La reciente intervención en la televisión nacional del comentarista deportivo cubano Pavel Otero ha desatado una ola de indignación y rechazo en las redes sociales y entre la comunidad cubana, tanto dentro como fuera de la isla.
En un segmento emitido por la televisión cubana, Otero comentó acerca de la inclusión de dos atletas cubanos, el canoísta cienfueguero Fernando Dayán Jorge y el pesista Ramiro Mora Moreno, en la delegación de refugiados que competirán en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. Sus palabras no solo han sido consideradas insensibles, sino también un reflejo de la manipulación informativa por parte de medios estatales.
Otero cuestionó la validez de que estos atletas sean parte del equipo olímpico de refugiados, insinuando que no enfrentan condiciones de guerra, persecución religiosa o política que justifiquen su inclusión en dicho equipo. Comparó su situación con la de atletas de Palestina, ignorando las complejas realidades socioeconómicas y políticas que muchos cubanos enfrentan.
Sus declaraciones han sido percibidas como un intento de minimizar y despolitizar las causas detrás de la emigración de atletas cubanos, que en muchos casos incluyen la búsqueda de libertad y mejores condiciones de vida.
Las reacciones en redes sociales fueron inmediatas y severas. Usuarios como Aimee Martinez y Angeles M Novo denunciaron la falta de ética periodística de Otero y lo acusaron de perpetuar una narrativa oficial que distorsiona la realidad de los cubanos. Otros comentarios, como los de Elisabet Fundora e Isabel Corrales, resaltaron las difíciles condiciones en las que entrenan los atletas en Cuba, y cómo estas contribuyen a su decisión de emigrar.
La comunidad también criticó la ligereza con la que Otero trató el tema del asilo político y la persecución, temas de gran sensibilidad y actualidad global. Usuarios como Jorge Luis Hidalgo y Lázaro Valladares apuntaron a la ironía de que mientras atletas cubanos son etiquetados peyorativamente como desertores por el gobierno cubano, se les niega sistemáticamente el reconocimiento de las verdaderas condiciones que motivan su partida.
Las críticas también se extendieron a la postura del gobierno cubano en general, representada en las palabras de Otero. Comentarios de Andry Martinez y Yedi L-Cotarelo subrayaron cómo la represión y la falta de libertades fundamentales son factores que impulsan no solo a atletas, sino a muchos cubanos a buscar refugio en otras naciones. Esta perspectiva fue ampliamente respaldada por usuarios que ven en las declaraciones de Otero un intento de trivializar la grave situación dentro de Cuba.
Este incidente con Pavel Otero no es un caso aislado, sino que se inscribe en una larga historia de tensiones entre el estado cubano y sus deportistas. Tampoco es la primera vez que Otero es criticado duramente por sus comentarios, que para muchos no son siquiera suyos, sino parte de un guión que tiene él que leer en la televisión; argumento este último que utilizó otro que fustigaba diariamente a los Estados Unidos en la televisión cubana y que ahora se encuentra viviendo en… ¡Estados Unidos! Nos referimos a Yunior Smith.
En julio del año 2019 Pavel Otero fue también objeto de polémica porque, en plena televisión nacional comparó los salarios de deportistas femeninas y masculinos en EE.UU. y Cuba, afirmando que en Cuba «las mujeres ganan igual que los hombres».
La declaración generó críticas entre internautas cubanos, quienes señalaron la inadecuada comparación salarial entre ambos países dado que los salarios en Cuba son generalmente bajos. Otero mencionó la lucha de futbolistas estadounidenses por igualdad salarial, destacando la normalidad de la equidad de género en salarios en Cuba, aunque sin criticar las insuficiencias económicas internas. Su enfoque fue percibido, al igual que ahora, como una politización del tema, desviándose de su rol de comentarista deportivo.
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Dos años después, en septiembre de 2021, Pavel Otero volvía a la carga con el espíritu del Comandante en Jefe subido en sus hombros, criticando no solo la actitud de siete peloteros que desertaron del equipo Cuba Sub 23 ese año, sino también a los «mercaderes al servicio de los enemigos de la Revolución» que, según él, incitan a los peloteros a desertar.
Sin dudas, sus comentarios, no son del agrado de los cubanos, que ya lo ven en la televisión como una versión deportiva de los más que odiados Humberto López y Michel Torres Corona.