En una publicación que ha desatado la burla y la sorpresa a partes iguales el medio estatal Cubadebate, donde se publican loas constantes al fallecido Fidel Castro, promociona una heladería privada en La Habana y hace hincapié en su variada oferta de dulces y helados.
“Hace nueve años, pocos en Cuba conocían el gelato. Se sabía, y mucho, del helado, pero no de esa variante italiana, mucho más densa y con menos crema que el helado tradicional. En La Habana del 2014 apareció en la zona de Miramar una innovadora heladería-dulcería que se convertiría en la tentación de todos los fanáticos de los postres: El Gelato”, dice el inusitado texto.
”Ubicado inicialmente en la intersección de 1ra y 44, municipio Playa, El Gelato comenzó siendo un local de solo nueve mesas y dos trabajadoras, un menú con 16 sabores de helado y tres tipos de dulces secos que no necesitaban refrigeración. Poco a poco fue creciendo hasta expandir su espacio físico y su menú desde una nueva locación en 1ra y 46, donde radica hasta hoy, con la introducción al menú de bocadillos salados, panadería, tartas personalizadas y bebidas refrescantes”, añadió la publicación.
Cubadebate se deshace en elogios a ese negocio privado y no menciona que se trata de un artículo patrocinado por la propia heladería hasta el final del texto.
La publicidad la eliminó de raíz el propio Fidel Castro de todas las empresas y espacios públicos poco después del triunfo de la revolución y fue condenada como uno de los grandes males del capitalismo.
En los últimos años el actual gobierno de Díaz-Canel ha manejado la posibilidad de introducirla en los medios controlados por el Estado para tratar de obtener formas de financiamiento, lo que va en contra del propio pensamiento de Castro, que las plataformas mediáticas gubernamentales se encargan de presentar como la guía única del proceder del comunismo cubano.
Los cubanos lógicamente se han volcado en críticas y burlas hacia la publicación y han mencionado en tono de broma que Cubadebate ya no sigue muy fiel a las ideas de Fidel Castro, aunque las promulgue a diario.
