En Cuba, hablar claro se paga. La policía política pretende atemorizar a los médicos holguineros que respondieron a Marrero Cruz
Desde que el primer ministro Manuel Marrero Cruz señalara a los médicos como responsables de la debacle en el sistema de salud, se acumularon las reacciones y denuncias sobre la real situación en Cuba por la pandemia.
Galenos de Holguín fueron tajantes respondiendo a Marrero Cruz. El video que recogía todos los testimonios enseguida se viralizaba durante el fin de semana en redes sociales y grupos de WhatsApp.
Y como siempre, en Cuba decir la verdad se paga caro. El discurso del régimen solo permite que los culpables sean otros y no quienes ocupan ministerios e importantes cargos. Los médicos fueron citados ayer domingo por la Seguridad del Estado, con el claro fin de intimidarlos.
Pero vuelven a fallar los que gobiernan Cuba. La represión contra los que se han manifestado acerca de lo qué sucede realmente en los hospitales de la isla -los que han estado en primera línea, en zona roja, enfrentando el coronavirus sin los debidos recursos, explicando a familiares que aunque les gustaría hacer más no tienen ya antibióticos e incluso oxígeno- desencadenó en las últimas horas la solidaridad de muchos.
«Por los médicos cubanos, por la libertad de expresión y por una Cuba donde todos seamos escuchados sin temor a represalias. ¡Respeto a los médicos cubanos! BASTA YA!! Escuchen a los médicos, escuchen al pueblo! #SOSCuba#CuidadoConLosMédicosChallenge #CubaMuere», se lee en la cuenta de Twitter del doctor cubano Rafael Santos.
En un video publicado por el portal Cibercuba se muestran otras posturas de cubanos que rechazan la postura oficial del primer ministro al tiempo que piden respeto y sensibilidad ante el personal médico que lleva más de un año en la lucha contra el coronavirus en la isla caribeña.
Al propio tiempo, en las últimas horas en el perfil de Facebook del Hospital General Universitario Vladimir Ilich Lenin -de Holguín- han comenzado a aparecer videos de médicos y enfermeras que supuestamente apoyan con sus palabras el discurso del gobierno y aparentan normalidad en medio del caos en el sistema de salud.
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