Con la llegada al hospital de Corigliano Rossano de dos nuevos médicos cubanos, el número de galenos cubanos en el Hospital de Corigliano asciendió a diecisiete; una situación que contrasta con la realidad en la isla donde, por decisión gubernamental alrededor de 400 Consultorios están sin galenos, en la capital.
Sin embargo, estos dos nuevos especialistas en cirugía, que se suman al equipo médico ya operativo, llegan «gracias al compromiso del presidente Occhiuto y de la dirección de la ASP de Cosenza, que trabajan incesantemente para elevar el nivel del sector sanitario», comunicó, a través de una nota al Corriere di Calabria, Pasqualina Straface, presidenta de la Tercera Comisión Regional de Sanidad.
«Con la entrada de estos nuevos profesionales, será posible organizar turnos adecuados que facilitarán las operaciones en los dos hospitales Giannettasio y Compagna, contribuyendo a mejorar aún más el servicio ofrecido a los usuarios,» expresó la funcionaria en la nota.
Il Corriere destaca que el aporte – llegada – de médicos cubanos a la región de Calabia «ha recibido el beneplácito inequívoco tanto de la ciudadanía como del personal hospitalario», mientras, en la isla, específicamente en la capital, los cubanos que solían ahorrar tiempo visitando «al médico del barrio», se encuentran con una triste realidad: no están.
Contrasta, por otro lado, la crisis sanitaria en Cuba, desde el inicio de la pandemia, exacerbado por la fuga de talentos médicos hacia otras áreas económicas o precisamente fuera del país, y la situación financiera adversa que ha impactado negativamente en la salud pública.
No se trata de una afirmación a la ligera. Hay, señala el portal 14ymedio, 400 consultorios en la capital sin médicos; una rama de una crisis general.
A pesar de que el Sistema Nacional de Salud cuenta con cerca de medio millón de trabajadores, el país experimentó una reducción de 31,308 empleados sanitarios en 2022 respecto al año anterior.
Incluso el drama pudiera profundizarse. Existe falta de insumos básicos y especialistas en diversas áreas. Algunas de las pruebas de laboratorio o se han suspendido o se están demorando más de lo normal debido a la falta de personal.
Todo junto se resume en una salud pública en declive, en medio de un contexto internacional adverso pero con la complacencia del gobierno, que solo destinó en el 2022 un 2.1% del presupuesto estatal a la salud pública, muy por debajo de otros sectores como el turismo.
A ello súmele la crisis de los bajos salarios en el sector.
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