El futbolista brasileño Dani Alves fue sentanciado este jueves a cuatro años y medio de prisión por agresión sexual en España.
Además, al exjugador del FC Barcelona, que se encuentra en prisión preventiva desde enero de 2023, se le impusieron cinco años de libertad vigilada y nueve de alejamiento de la víctima, a la que deberá indemnizar con 150.000 euros.
No obstante, la sentencia aún puede ser modificada ya que Alves recurrirá al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y luego podría hacerlo al Tribunal Supremo.
“Sigo creyendo y defendiendo la inocencia del señor Alves”, sentenció la abogada de Alves, Inés Guardiola, que ya ha anunciado que presentará un recurso contra la condena de la Audiencia de Barcelona.
De igual forma, se espera que la letrada vuelva a pedir la libertad provisional para Alves, en tanto se conozca la resolución de la apelación, que podría tardar varios meses.
Anteriormente la libertad bajo fianza le ha sido negada a Alves debido a que la corte considera que hay peligro de fuga y pese a que el brasileño se ofreció a entregar su pasaporte y portar un rastreador mientras esperaba la decisión de la corte.
No obstante, la defensa de Alves trabajará para que quede en libertad en Semana Santa, es decir, a finales de marzo, según reveló el diario español La Vanguardia.
Alves fue detenido poco después de que una mujer lo denunciara por agredirla sexualmente el viernes 30 de diciembre de 2022 en el club nocturno Sutton, de Barcelona.
El jucio comenzó el pasado 5 de febrero, cuando la víctima ratificó ante el tribunal que Alves, de vacaciones en Barcelona a finales de 2022 tras participar en el Mundial de Qatar, la violó.
El seleccionado de Brasil, de 40 años, fue inculpado por un juez de instrucción en agosto pasado y a finales de noviembre la Fiscalía pidió nueve años de prisión para él.
A partir de las declaraciones dadas al Tribunal de Barcelona y la evidencia presentada en la fase de investigación, se determinó entonces que había “suficiente evidencia para celebrar un juicio”.
Antes de iniciar el juicio, según publicó el diario Marca, Alves tenía “la posibilidad de cerrar un acuerdo de conformidad, declarándose culpable e intentando llegar a un acuerdo para rebajar así ostensiblemente la pena de prisión”.
Sin embargo, el centrocampista y lateral defensivo ha negado cualquier delito y aseguró que sostuvo una relación sexual consensuada con la acusadora.
Cabe destacar que uno de las principales cuestiones que se ha debatido en el juicio es si hubo consentimiento en la relación sexual o si se trató de un abuso.
Al respecto, la sentencia recogió que “ni que la denunciante haya bailado de manera insinuante, ni que haya acercado sus nalgas al acusado, o que incluso haya podido abrazarse al acusado, puede hacernos suponer que prestaba su consentimiento a todo lo que posteriormente pudiera ocurrir”.
“El consentimiento” debe existir “antes e incluso durante la práctica del sexo”, recalcó al aclarar que consentir “tocamientos” no supone “acceder a la penetración, o sexo oral pero no vaginal, o sexo vaginal pero no anal, o sexo únicamente con preservativo y no sin éste”.
Poco después de que el lateral fuera apresado, los Pumas de la UNAM, uno de los más emblemáticos de la liga mexicana de fútbol y al que fue a parar luego de su segunda etapa en el Barça, lo despidieron.
