Poco tuvieron que analizar los Pumas de la UNAM, que despidieron sin cortapisas al lateral brasileño Dani Alves, quien fue enviado a prisión provisional sin fianza al famoso por una presunta agresión sexual en un club de Barcelona el pasado 30 de diciembre. A todas luces, el club “académico”, uno de los más emblemático de la liga mexicana de fútbol, tomó distancia del problema que le viene arriba al exBarza…
“Con la información acontecida sobre el proceso legal que enfrenta el jugador Dani Alves y por el cual se encuentra detenido en España, hemos determinado comunicar que el Club universidad decidió rescindir con causa justificada el contrato laboral con el jugador Dani Alves a partir de este día”, explicó en rueda de prensa Leopoldo Silva, presidente de Pumas.
Silva consideró sencillamente “intolerante” para su organización las acciones imputadas a Alves, quien presuntamente violó a una mujer en un baño de una discoteca barcelonesa. “Con esta decisión el club reitera su compromiso de no tolerar actos de ningún integrante de nuestra institución, sea quien sea, que atenten contra el espíritu universitario y sus valores”, agregó el once de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
«El Club Universidad Nacional es una institución que promueve el respeto. No podemos permitir que la conducta de una persona perjudique nuestra filosofía de trabajo que ha sido ejemplo a lo largo de la historia en la formación y desarrollo de jóvenes deportistas en nuestro país».
Alves, cercano al fin de su exitosa carrera, había llegado a Pumas en julio pasado como un refuerzo de lujo, pero si en la cancha le sobraban los argumentos técnicos y futbolísticas, ante la jueza que investiga su acusación no pudo dar explicaciones convincentes sobre la denuncia, interpuesta a partir del reporte de Hospital Clínic, el centro donde fue asistida su supuesta víctima.
La magistrada decidió encarcelar a Alves debido a que el internacional brasileño no tiene domicilio conocido en España y, por ende, existe riesgo de fuga y de sustracción de la justicia, entre otras cosas, porque tiene la solvencia económica como para comprar un eventual escape. Además, España no tiene convenio de extradición con Brasil.
