El gobierno de Cuba es lo más parecido a la famosa Mamá Chora ahora mismo. Fustiga casi diariamente al gobierno de los Estados Unidos al que considera responsable por el éxodo migratorio de cientos de miles de cubanos, pero sin embargo parece apostar a esa misma migración para que, a través de remesas más que todo, y de inversiones después, ayuden a sostener la economía de la isla.
Así lo indica Reuters en sendas notas. En una se hace eco de las quejas de Cuba a los EE.UU. por la fuga de cubanos en masas del país. En otra, recoge cómo, el gobierno que alguna vez los llamó traidores, apátridas y gusanos, ahora busca acercarse a ellos para que inviertan en el país que los vio nacer.
El gobierno de Cuba insiste en atribuir a las sanciones impuestas por Estados Unidos la responsabilidad de fomentar la migración irregular de cubanos.
Según las autoridades cubanas, estas sanciones han generado un incremento significativo en el flujo de migrantes que buscan rutas irregulares hacia el norte, especialmente hacia Estados Unidos. La actual crisis migratoria es vista por Cuba como una consecuencia directa de la larga historia de embargo y restricciones económicas impuestas por EE. UU., las cuales, según el gobierno cubano, han llevado a situaciones trágicas y han incentivado la migración ilegal. Este fenómeno migratorio no es nuevo, pero ha adquirido mayor visibilidad en el contexto actual, donde Cuba enfrenta desafíos económicos y sociales significativos.
Sin embargo, no sabríamos decir si es un «del lobo un pelo» o un «miénteme, que me duele», pero el caso es que el gobierno cubano llama a invertir en la isla a los emigrados cubanos devenidos muchos en cubanoamericanos.
Así lo señala Reuters, que indica cómo Cuba, país que se encuentra enfrentando su peor crisis económica en décadas, busca atraer inversiones de su creciente diáspora para revitalizar su economía, y señala que incluso Ernesto Soberón, director de Asuntos Consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, ve en esta situación una oportunidad para la recuperación económica.
Señala la agencia que la escasez de alimentos, combustible y medicinas, agravada por la pandemia y sanciones de EE. UU., ha impulsado una emigración récord, especialmente de jóvenes, lo que representa una pérdida significativa de recursos.
Reuters indica también que el gobierno cubano se encuentra animando a los expatriados a invertir en negocios como hostales y restaurantes, y mediante la eliminación de restricciones previas, se asegura que los cubanos residentes en el extranjero puedan participar sin límites en la economía de su país, aunque olvida que, la mayor parte de la emigración solvente es contrariamente opuesta a la casta política que gobierna la isla.
Cuba, que levantó la prohibición de la empresa privada en 2021, busca mejorar el nivel de vida en la isla para incentivar a los cubanos a permanecer en su país natal y basta se apoya en hábiles inversores para que proclamen a los cuatro vientos que las posibilidades de inversión en la isla son infinitas.
El otro aspecto y que debería tener en cuenta el gobierno cubano ahora mismo, es que «el dao se le está poniendo malo» ahora mismo a los cientos de miles de cubanos que están acostumbrados a migrar a los Estados Unidos, hacerse residentes al año y un día gracias a la Ley de Ajuste Cubano que tanto fustiga el gobierno de La Habana, y viajar de regreso a la isla a llevar dólares frescos a su economía.
Si finalmente el Departamento de Seguridad Nacional se hace eco del reclamo del senador Marco Rubio con relación a ponerle un freno a los viajes de la isla, principalmente de aquellos que han pedido asilo político en Estados Unidos, otra fuente importante de ingresos y subsistencia económica se vería afectada.
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