Nueve fallecidos. Esa es la cifra reportada hoy como fallecidos en Cuba debido a la COVID-19 en las últimas 24 horas.
Aunque cada muerto duele, hay que reconocer que no solo es la cifra más baja de fallecidos reportada por las autoridades sanitarias de la isla en los últimos tres meses sino que, además, es un indicativo de esperanza. La esperanza de que pronto, la presencia del coronavirus en Cuba será un triste recuerdo. O más bien una pesadilla.
El Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó además este lunes otra cifra también muy baja: 1,210 nuevos casos diagnosticados.
El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología en Cuba, al hablar este lunes durante su comparecencia televisiva a nivel nacional, indicó además que, a pesar de que los números son bajos, todavía quedan ingresados en los hospitales cubanos – y también en centros de aislamiento y hasta en sus casas – 17,174 pacientes; 5,761 de estos casos confirmados con el coronavirus.
De estos últimos, 5,621 tienen evolución clínica estable.
La tasa de positividad de las muestras en Cuba, indicó el Dr. Durán, solo es superior al 5% en ocho provincias cubanas (Sancti Spíritus, Granma, Las Tunas, Camagüey, Holguín, Guantánamo, Pinar del Río, Villa Clara) La provincia con mayor tasa de incidencia, otro aspecto a medir para valorar la situación de la COVID-19 en Cuba, es Sancti Spíritus con 830.4, que a nivel nacional se comporta así: 254,3 por cada cien mil habitantes.
224 nuevos contagios se reportaron en menores de 20 años. De estos, 207 corresponde a pacientes en edades pediátricas; 21 menores de un año, 9 menores de 6 meses y un recién nacido.
El gobierno de Cuba atribuye esta mejoría en las cifras a sus campañas masivas de vacunación; fundamentalmente con las vacunas Abdala y Soberana02.
Sin embargo, existe la preocupación por parte de cierto sector de la sociedad de que a pesar de la mejoría aparente, hay un nivel muy bajo de percepción de riesgo; o que la situación se pudiera revertir. En las últimas horas, las imágenes de La Habana de noche, en la zona del Malecón, ya abierta al público, no dejaron de ser preocupantes.
Todavía queda un trecho por dar por terminada la pesadilla, y conviene que cada cubano esté consciente de ello. En ello se nos puede escapar la vida, a pesar de Abdalas y Soberanas.
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