Los cubanos y los americanos tendrán que cumplir el mismo trámite con iguales derechos y deberes… si quieren visitar Brasil
Brasil puso fin a la exención de visado para ciudadanos de Estados Unidos y Canadá, una medida que marca un antes y un después en la política migratoria del gigante sudamericano. Esta decisión equipara a norteamericanos y canadienses con ciudadanos de países como India, Arabia Saudita, Cuba, Egipto, Kenia, Pakistán y Omán, quienes desde hace tiempo ya están obligados a solicitar visa para ingresar al país.
Durante años, estadounidenses y canadienses disfrutaron del privilegio de entrar a Brasil sin necesidad de visado, con estancias de hasta 90 días por motivos de turismo o negocios. Sin embargo, la nueva normativa pondrá fin a ese beneficio. A partir de ahora, deberán tramitar una visa electrónica para ingresar al país, aunque seguirán pudiendo permanecer por hasta 90 días. La medida busca mejorar el control fronterizo, fortalecer la seguridad nacional y regular de manera más eficiente el flujo de visitantes.
El gobierno brasileño justificó el cambio como parte de una estrategia más amplia para potenciar el turismo de manera ordenada y proteger sus fronteras ante riesgos potenciales. “Con la implementación del visado, podemos realizar un mayor control de entradas, prevenir estancias ilegales y mejorar la experiencia turística dentro de nuestras capacidades logísticas”, señalaron fuentes oficiales.
La solicitud del visado podrá realizarse a través de agencias autorizadas como VFS, que canalizan las solicitudes electrónicas ante el gobierno brasileño. Aquellos que ya posean una visa válida no tendrán necesidad de realizar ningún trámite adicional, siempre que el documento se encuentre dentro de su vigencia. Como es habitual, el pasaporte del solicitante deberá tener una validez mínima de seis meses a partir de la fecha estimada de salida del país.
Aunque esta nueva exigencia pueda percibirse como un obstáculo por parte de los viajeros, Brasil espera que, a mediano plazo, la medida tenga un impacto positivo. Se prevé una mejora en la calidad del turismo y una reducción en los casos de permanencia irregular, en línea con una tendencia global hacia políticas migratorias más estrictas.
Con este cambio, señala Travel and Tour, Brasil se suma a un movimiento cada vez más común entre los países que buscan equilibrio entre seguridad y promoción turística. Estados Unidos y Canadá, acostumbrados a una movilidad internacional relativamente fluida, ahora deberán adaptarse a este nuevo escenario que, por paradójico que parezca, los coloca “al mismo nivel” de ciudadanos cubanos o paquistaníes a la hora de visitar Brasil.
El mensaje es claro: en cuestiones de política migratoria, los pasaportes poderosos también pueden enfrentar barreras. Y en la nueva etapa del turismo global, la equidad puede comenzar… con una solicitud de visado.
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