Como «un plan sin fundamento real» califica el campesino cubano Alien Falcón Rodríguez, residente en la Finca San Juan, en el municipio mayabequense de Santa Cruz del Norte, al plan de entrega de leche al Estado que le han concertado este año.
El campesino cubano escribió – dice Pepe Alejandro en su sección de Acuse de Recibo en el periodico oficialista Juventud Rebelde – «muy contrariado» al diario, para hablar sobre el tema, y sobre la leche «alimento tan necesario hoy en medio de tantas carencias.»
El campesino cubano refiere que le es imposible cumplir con el plan porque, afirma, dentro del plan que le trazaron y encasquetaron por la cabeza – ya sabemos los cubanos que cuando el plan viene «de arriba» es como un ladrillo – le incluyeron como «gestantes» a unas vacas que, precisamente hablando, «no están en condición de gestantes.»
Y añade:
«Ese es un plan que no se fundamenta en las posibilidades reales.»
Es decir: una vaca que no da leche, el Estado quiere que de leche.
«Así no se puede,» manifiesta el campesino. Y agrega:
«Esas vacas no se sabe cuándo pueden lograr la gestación. Y, además, hay mucha sequía. Solo se debe diseñar el plan con las gestantes,»
explicó.
Luego insiste:
«Este problema lo tenemos muchos campesinos, y pienso que debemos tener un apoyo o una ayuda para resolver ese problema, o llegar a un arreglo. Y el otro problema es que no tenemos medicamentos y eso nos golpea mucho para garantizar las entregas.»
Sobre el tema ya se ha hablado y comentado hasta la saciedad. Y no nos referimos precisamente a los planes trazados fuera de toda lógica y raciocinio; esos que, como la famosa Zafra de los Diez Millones, emana de una mente con más deseos que certezas; enfocadas en metas sin sustento real.
Nos referimos al tema «medicamentos».
Desde Pinar del Río hasta Guantánamo esta queja camina y camina… los productores de carne se quejan de que no cuentan con medicamentos para atender a las bestias. Que el Estado no los apoya en ese sentido. Es una queja recurrente. Una realidad. Una certeza que precisa una respuesta.
Tampoco les otorgan créditos. Se demoran en pagarle por sus producciones meses. Sin dinero, el campesino cubano, el campesinado cubano, los campesinos cubanos, no pueden acceder, como hacen todos a menudo, al mercado subterráneo a adquirir los medicamentos para curar a sus animales.
Lo hacen por la izquierda, con sacrificios algunos. O todos.
Recientemente Jorge Luis Tapia Fonseca, quien fuera designado Vice Primer Ministro de la República de Cuba, el 21 de diciembre de 2019, dijo ante varios de ellos que había que potenciar la cría de ovejos y conejos y de aves. Nada de jutías ni avestruces. Conejos y ovejos; debido a la ventaja indiscutible que tienen de alimentación.
Según el funcionario, estos no precisan de piensos ni forrajes.
«Eso lo que lleva es hierba,» dijo. Y si se enferman… ¡dale yerba!
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