Aunque no haya sido publicado en sitios como Cuba Escena, ni lo mencionen muchas de las instancias oficiales dedicadas a celebraciones y onomásticos de famosos, Sheila Roche cumple hoy 47 años.
La actriz cubana es poco mediática a estas alturas y resulta algo difícil seguirle el rastro en las redes sociales. Su página en Instagram está poco actualizada y en una extra oficial, los fans que todavía conserva se encargan de colocar esporádicas fotos, sobre todo de encuentros fortuitos con ella en las calles de La Habana o el fotograma de alguna de sus actuaciones.
La artista todavía vive en Cuba, a pesar de que más de la mitad de la generación de actores a la que pertenece reside ya fuera del país. Sin embrago, aun sin proponérselo, ella parece vivir alejada y en silencio en algún sitio de La Habana. La televisión y el teatro donde habitualmente se le veía, sobre todo a inicios y mediados de los dos mil, ya apenas cuentan con sus personajes. Una de las últimas veces en que pudo vérsele, sin contar en las retransmisiones habituales de la televisión cubana, fue en la serie de dos temporadas Rompiendo el Silencio, la cual terminó el pasado año.
Las diversas interpretaciones que le ha tocado asumir le hicieron ganar el cariño y la admiración del público. De ella han dicho que posee la cara típica de chica buena, ingenua, así como la sonrisa exitosa de una noble protagonista de telenovela, como lo que fue en Salir de Noche. Sin embargo, ha sido también la mujer sensual que se desnuda completa para el guión de Perfecto amor equivocado, o la un tanto esquizofrénica Alicia, en Bajo el mismo sol. Todas esas y otras muchas mujeres ha conseguido ser Sheila frente a las cámaras.
Pero la actriz no siempre ha estado del lado tranquilo de los acontecimientos y tampoco ha sido la simple fama o el reconocimiento los que han rondado su carrera. La polémica y hasta la censura han sido parte de su entorno habitual y no pocas veces se vio obligada a tratar con la prepotencia de la oficialidad en la Isla.
Primero con la condena que pesó sobre su entonces marido, el reconocido y multi premiado escritor Ángel Santiesteban, quien fuera juzgado fuertemente y le tocara a su esposa intentar mediar sin éxito ante las máximas autoridades de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
Además, más tarde, cuando la obra El rey ha muerto, firmada por su amigo Juan Carlos Cremata Malberti fuera retirada de cartelera, le tocaría a la actriz acompañar a Cremata en una protesta pública. A las puertas del Teatro Nacional de Cuba, y también merodeando por otras instituciones de la alta cultura en La Habana, se vio a la actriz vistiendo una camisa donde podía leerse: “El ingenio censurado”, en solidaridad con Cremata y su grupo.
No todo ha sido color de rosa para la chica buena de las telenovelas cubanas. La propia actriz confesó una vez que proyectaba una personalidad dócil y apasible, por tanto prefería encarar los personajes que no fueran excesivamente buenos y da por hecho que el éxito nunca está asegurado para un artista, sino que depende de cuánto sea capaz de superarse a sí mismo y encarar las situaciones de la vida.
