Una mujer de la Florida fue arrestada el martes bajo sospecha de tener relaciones sexuales con su perro mientras su exnovio, también arrestado, los filmaba, dijo la policía, en lo que sin dudas constituye un caso de zoofilia
Según el Departamento del Sheriff del condado de Pinellas, Christina Calello, de 36 años, «participó voluntariamente en actividades sexuales con el perro en múltiples ocasiones» durante un período de aproximadamente ocho años.
El perro, que no sufrió heridas visibles, fue llevado a un hospital veterinario por oficiales para un chequeo de rutina, dijo la policía. Los oficiales no revelaron la naturaleza de los actos sexuales.
La pareja fue encarcelada en la cárcel del condado de Pinellas y acusada de actividad sexual con animales.
Calello, un nativo de Nueva Jersey que ahora vive en Safety Harbor, pagó una fianza de $5,000 y fue puesto en libertad, según los registros de la cárcel del condado.
Conocido como zoofilia, el sexo con animales está ampliamente documentado en la literatura científica y constituye una de las más extrañas enfermedades de la psiquis humana.
Está catalogada como un tipo de parafilia en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.
Sin embargo, y aunque en EE.UU., España, y muchos otros países constituye un delito, en otros es tradición. Por ejemplo, en la localidad de Cartagena (Colombia), es común que los jóvenes se inicien en el sexo manteniendo relaciones con una burra.
La realidad sin embargo es esta: Es un tipo de parafilia. Y no muy aceptada dentro de la sociedad, a diferencia de otras como el sadismo, el voyeurismo o el fetichismo.
Como norma, en la cultura occidental la zoofilia con animales no es aceptada.
Más detalles sobre la zoofilia
Un estudio realizado en Brasil y publicado en 2012 en The Journal of Sexual Medicine sostiene que los hombres que mantiene relaciones zoofílicas tienen un riesgo más elevado de contraer cáncer de pene que el resto, debido a que durante el acto sexual entran en contacto mucosas y fluidos de los animales, que contienen bacterias distintas a las del cuerpo humano.
Está documentado el caso de Kenneth Pinyan, un hombre que murió de peritonitis en 2005 debido a una perforación en su colon después de relacionarse sexualmente con un caballo árabe que lo penetró analmente.
La mayor documentación de este tipo de parafilia existe en países o entre individuos de bajo nivel cultural. Según estudios, el 40% de los hombres que han practicado sexo con animales lo hace frecuentemente y entre las especies animales preferidas están: las yeguas, las burras, los mulos, las cabras, las gallinas, las terneras, las vacas, los perros y las perras, los corderos y los cerdos, en ese orden.
Está documentado también que existe una relación entre la zoofilia y los abusos sexuales, principalmente con menores.
Según informes, en una encuesta que se hizo entre violadores en España, el 30% de los que participaron en el estudio, el 60% de quienes abusaron sexualmente de niños y el 81% de los delincuentes sexuales no selectivos había incurrido en actos de zoofilia.
A pesar de ser una conducta tipificada como delito en el artículo 337 del Código Penal español, la zoofilia tiene seguidores en España y hasta existe un apartado, dentro del sitio web sexosintabues.com, dedicado exclusivamente a esta práctica sexual que tiene gran actividad.
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