Zamir Muñoz Hernández tiene apenas 25 años, pero sabe muy bien cómo manejarse en el mundo de las redes sociales, y como muestra un botón: grandes talentos de la música, como Bizarrap, Shakira y Daddy Yankee, han caído rendidos ante sus cubanísimos covers.
Y eso es precisamente lo que Zamir intenta transmitir en sus videos, que en Cuba hay mucho flow y mucho diamante en bruto por descubrir. “En cada canción, cada video que hago, siempre trato de aportar mi cubanía”, dijo en una entrevista reciente con el portal Cuba Joven.
Ese es su sello, aseguró, demostrar que un instrumento clásico puede poner a bailar a cualquiera, y para eso le pone a todas sus versiones “un poco de mi forma de ser, ‘mi flow’, como decimos en Cuba”.
Graduado primero del Conservatorio “Guillermo Tomás”, y luego de la Escuela Nacional de Arte (ENA), Zamir explica que la música simplemente le corre por las venas. “En mi familia hay varios músicos, mi papá es trombonista y mi primo fue timbalero de la orquesta Aragón”, dijo.
En un principio, tenía la idea de quedarse con el piano, instrumento que estudiaba desde los 4 años. “Nunca pasó por mi cabeza escoger el violín como instrumento, pero el día de las pruebas de captación en el Conservatorio vi el violín en una foto y me encantó”.
“Decidí ahí que era eso lo que quería tocar”, comentó. Fue poco después de su graduación de la ENA que comenzó a experimentar y fusionar el violín con otros géneros musicales. “Y así creé, junto a otro compañero, el dúo Vioelectro, unión del violín y la música electrónica”.
Descubrió que las redes sociales, sobre todo Instagram y YouTube, eran una salida perfecta para que el mundo conociera su destreza musical. “Vi que era una vía por la cual podía dar a conocer mi talento y mi música”, explica.
Primero, publicaba videos cortos solamente en Instagram, y luego de ver la aceptación masiva decidió abrirse un canal en YouTube. “Estoy súper contento por los resultados, tanto al público como a los artistas les gusta lo que hago y para mí eso es muy importante”.
Sus locaciones preferidas para grabar son calles de La Habana, especialmente las que pertenecen al barrio donde vive.
“Mi mejor estrategia es la constancia, y también trato de crear contenido con la mayor calidad posible para el público”, dijo Zamir, que ya cuenta con más de 43 mil seguidores en Instagram.
