Yeny Valdés, la popular ex vocalista femenina de la orquesta Los Van Van, quien radica hace años fuera del país, se sinceró en redes sociales y pidió libertad para Cuba, dijo que la Isla era de todos los cubanos y que por ello no se consideraba ni gusana, ni mercenaria, sino una mujer con el valor que les faltaba a muchos, cuyas voces eran silenciada.
“El 11 de julio cambió mi vida, no daba crédito a lo que veía y todos esos sentimientos han seguido creciendo en mi como una gran bola de nieve que augura una avalancha”, escribió la cantante.
Yeny Valdés, que profesa una profunda fe religiosa plantada en las raíces afrocubanas, aseguró que sus santos le había dicho que debía sacarse las espinas del pecho y que había pasado un día con muchos deseos de llorar por causa de la situación que enfrente el país, al cual no regresa hace más de tres años y donde aún reside su hijo, su madre, sus hermanas y sus sobrinos.
“Yo soy una cubana más, guajira de asfalto”, dijo la cantante natural de Pinar del Río, quien admitió que ella también dijo consignas y cantó los viernes en actos revolucionarios dirigidos por el gobierno, pero que a estas alturas, después de haber vivido grandes experiencias con el llamado tren de la música cubana, ya no creía ni apoyaba ideologías que omitieran la pluralidad de criterios y que exijan sacrificios a un pueblo por más de sesenta años.
“No somos ratones de laboratorio. Los niños y los ancianos son sagrados. No me sirven las justificaciones. No. Me avergüenza reconocer que lo que somos, lo hemos permitido. Tenemos derecho a vivir con dignidad. Pido libertad en todo el sentido de la palabra”, expresó la cantante quien también admitió una profunda nostalgia por su tierra.
“Yo sé que puedo pagar un peaje alto por este escrito; pero mi madre me dijo un día que un ser humano sin amor propio pierde todas las peleas…Tengo este amor”, y dijo también que se sentía liberada y con la voluntad de llamar a sus hermanos a hacer lo mismo. “No seas esclavo de una ideología que es disfuncional. Por tus hijos que no pidieron nacer, no le heredes batallas ajenas”.
Yeny Van Van, como también la reconoce el público, fue una figura clave dentro de la orquesta los Van Van por más de una década hasta poco tiempo después de que falleciera el maestro Juan Formell. Su estilo y simpatía se hizo muy popular en la Isla y el público la reconoce en canciones como Un año después y La Moda/La Keratina.
