La cubana Regla Torres, elegida en su momento la mejor voleibolista del siglo XX, llega hoy a sus 49 años y la fecha es una extraordinaria oportunidad no solo de recordar el legado de una de las Morenas del Caribe sino de todo lo que ha aportado al voleibol y al deporte cubano en general.
Regla, tricampeona olímpica con las “las Espectaculares Morenas del Caribe” como las nombró el narrador deportivo René Navarro, no se ha desmarcado del voleibol desde que hizo historia con la histórica selección cubana. El pasado enero ingresó en club Uralochka-NTMK de Ekaterimburgo, Rusia, como asistente del legendario técnico Nikolay Karpol.
Según la oficina de prensa del Uralochka Regla expresó sus deseos de sumarse y le abrieron las puertas, tanto para trabajar junto a Karpol, como para ayudar a dos jóvenes cubanas recién llegadas a Rusia: Yalain de la Peña y la central Dayana Martínez, dos talentos que se beneficiarán tanto de la experiencia profesional como de las enseñanzas de una leyenda viva del juego, habíamos señalado en su momento en nuestro sitio.
La decisión de Regla descansa sobre sus intenciones de ayudar al voleibol cubano, y a sus distintas generaciones de deportistas.
“Ser entrenadora es más difícil, hay que tener muchas cosas en cuenta. Varias personas dependen de ti y debes tomar en cuenta sus características”, dijo hace unos meses. “Es una labor estresante en que la única gratificación es verlas superarse y moldearlas hasta llevarlas a lo máximo. Esa sensación es bien bonita”, agregó.
Por eso precisamente Regla ha salido a denunciar los desmanes que se han cometido contra el voleibol cubano lo que lo ha bajado de la cima donde estuvo por años.
Hace unos pocos meses señaló que “por mucho tiempo he visto como agoniza el voley femenino desde adentro. Equivocaciones, malas decisiones, capricho, orgullo, mediocridades, incapacidad, falta de compromiso, la falta de disciplina que conlleva a malos resultados, la infladora, la mentira, los satélites, los especialistas que llegaron a acabar con la escuela cubana de voleibol, los estudiosos, los tira piedras, ME TIENEN CABR*** HACE RATO, y uno ahí mirando toda la mier*** correr a cántaros, con el alma rota, viendo día a día cómo personas que no tuvieron nada que ver con nuestra historia, que es muy grande, más grande que nosotras mismas, la arrollan, le pasan por arriba a lo que un día fue, sin misericordia”.
Regla no tiene pelos en la lengua. Con el mismo carácter con el que se impuso en el tabloncillo ha defendido sus planteamientos y críticas sobre la situación de este deporte.
“Me pongo a ver partidos viejos y a veces lloro por mis compañeras y por mí. Cuando las miro a cada una recuerdo sus lesiones, las lágrimas derramadas por regaños, por cansancio, por dolores y apretar los dientes y seguir. Los sacrificios por años, los entrenamientos diarios entre 6 y 8 horas diarias, la sangre en el tabloncillo por los raspones, las operaciones. Entregando todo, pero todo día a día por tanto tiempo, no se es tres veces campeonas olímpicas y 3 mundiales entre otras cosas de otra manera. Nuestras fajazones y reconciliaciones a la hora de jugar, nuestra hermandad imperfecta y dura, porque sé que aunque no tenga la mejor relación con alguna, a la hora necesite ahí va a estar sin condiciones, fuimos un equipo de locas luchadoras, pero son mis locas por siempre. Lloro en silencio por tanta incomprensión y también por tanto descaro, porque se ha escogido la manera más fácil, (ellas no quieren apoyar) y no tratar de hablarles con el corazón en la mano, eso no ha existido por parte de nadie nunca”, había señalado.
No se conoce cuál fue la reacción del Inder ante estas palabras pero es probable que algún análisis hayan provocado dentro del seno de esa institución.
Regla fue campeona olímpica en Barcelona-1992, Atlanta-1996 y Sídney-2000. Se retiró del deporte activo en 2002, y en 2008 se vinculó a la Federación Cubana de Voleibol como directiva, en el cuerpo técnico de varias selecciones juveniles femeninas de Cuba. Ese fue posiblemente el momento que la llevó a denunciar las malas condiciones del voleibol en la isla, una disciplina a la que sigue entregándole la vida.
