La economía cubana se asemeja a un frágil castillo de naipes, donde cada carta representa un sector vital que, al debilitarse, amenaza con desmoronar toda la estructura. La dependencia del turismo para la obtención de divisas y la importación de petróleo son pilares fundamentales que sostienen este delicado equilibrio; y en medio de todo eso, un huracán amenaza el Occidente de Cuba.
Dependencia del Turismo: Un Pilar Inestable
El turismo ha sido una fuente crucial de ingresos para Cuba, proporcionando las divisas necesarias para importar bienes esenciales y mantener la economía a flote.
Sin embargo, la reciente salida de operadores turísticos clave, como Proturs de México, ha debilitado significativamente este sector. La competencia de destinos caribeños como Cancún y Punta Cana, que ofrecen mejor calidad por precios similares, ha desviado a los turistas hacia otras opciones más atractivas. Problemas internos como apagones crónicos y desabastecimiento en hoteles han deteriorado la experiencia turística en la Isla, alejando aún más a los visitantes, señala en una nota Diario de Cuba.
La importación de petróleo es esencial para el funcionamiento de la economía cubana, especialmente para la generación eléctrica y el transporte.
Tradicionalmente, Venezuela ha sido el principal proveedor de crudo para Cuba. No obstante, en octubre de 2024, los envíos desde Caracas apenas alcanzaron los 28.000 barriles por día, una cifra insuficiente para cubrir las necesidades energéticas del país.
Esta reducción se debe a que Venezuela ha priorizado exportaciones a países que pagan en efectivo, como China, Estados Unidos e India, dejando a Cuba al final de la lista de beneficiarios.
La combinación de una disminución en los ingresos por turismo y la escasez de petróleo ha llevado a una crisis energética sin precedentes en Cuba. Los apagones prolongados afectan no solo a la población, sino también a sectores productivos clave, paralizando industrias y servicios esenciales. La falta de divisas limita la capacidad del país para importar alimentos, medicinas y otros bienes necesarios, exacerbando la crisis humanitaria.
Promesas de Pago a Inversionistas: ¿Suficiente para Recuperar la Confianza?
En medio de esta situación, el Gobierno cubano ha reiterado su compromiso de pagar las deudas pendientes con inversionistas extranjeros, buscando atraer nuevas inversiones que puedan revitalizar la economía.
Sin embargo, la falta de confianza en la estabilidad económica y la capacidad real de cumplir con estos compromisos hacen que los inversores sean cautelosos.
La celebración de la Feria Internacional de La Habana en noviembre de 2024, con la participación de 700 empresas de 63 países, muestra un esfuerzo por parte del Gobierno para demostrar apertura y oportunidades de negocio. No obstante, sin soluciones concretas a los problemas estructurales, estas promesas pueden quedarse en meras declaraciones.
La economía cubana, sostenida por pilares tan frágiles, corre el riesgo de colapsar si no se implementan reformas profundas y se diversifican las fuentes de ingresos y suministros. La falta de divisas limita la capacidad de importar bienes esenciales, mientras que la escasez de petróleo paraliza sectores clave de la economía.
Sin una estrategia clara para enfrentar estos desafíos, el castillo de naipes que es la economía cubana podría derrumbarse, llevando al país a una crisis aún más profunda.
Para colmo de males, la isla, que hace apenas unos días vio como un huracán destrozaba la más oriental de sus provincias, ahora está amenazada por otro organismo ciclónico; este, en el Occidente del país.
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