Existen relatos que desgarran profundamente y sirven como testimonio de situaciones extremas que pueden ocurrir en un país. Precisamente, Ulises Toirac compartió uno de esos relatos desde su muro de Facebook.
Sus seguidores, acostumbrados a que Toirac comparta su perspectiva sobre la realidad en Cuba, a veces con ese toque de humor que lo caracteriza, o simplemente expresando sus propias vivencias, hoy quedaron consternados cuando el reconocido humorista y actor cubano volvió a las redes con la historia de una «excelente amiga».
“Gente simpatiquísima y bastante poco protocolar. Una jodedora de kilates”, así la describía Toirac al inicio de su publicación. Más adelante, reveló que la anécdota tuvo lugar en el aula de primaria de la hija de su amiga, donde recientemente le habían robado la merienda a uno de los niños.
Enfatizando en el contenido de la misma, Toirac escribió: “Na… ¡qué merienda de qué! Un pan con un poco de aceite y sal y un pomo de agua con azúcar. El pomo dolía más”, hablando un poco más sobre el “supuesto” hurto.
En las palabras del humorista, la maestra del grupo, al enterarse del incidente, se enfadó y exclamó: «de aquí no sale nadie hasta que aparezca la merienda y abriendo toelmundo las mochilas y maletas».
Sin embargo, la conclusión de esta historia fue la causa por la que muchos usuarios reaccionaron con tristeza y molestia. Se descubrió que el responsable del robo fue un niño que, avergonzado, comenzó a llorar y explicó en su defensa: “anoche no comimos en mi casa y quería llevarle algo a mi hermanita”.
El triste relato, inundado de comentarios de los seguidores de Toirac, reconocido en Cuba por interpretar el personaje de Chivichana en el humorístico ‘¿Jura decir la verdad?’, se cerró con un PostData que lanzaba un claro mensaje a las altas esferas: “Psst psst… Los de la azotea… ¿van a seguir experimentando?”.
El propio hermano de Ulises Toirac, Julio, se acercó a la publicación y comentó: «Papi antes cuando éramos chamacos mami nos contaba que eso pasaba con los pobres de los países capitalistas. Cuánto ha cambiado este país. Pero lo peor es que quieren cambiar las cosas con los mismos ingredientes y la misma receta. De verdad quieren cambiarlo?».
En otros de los mensajes se podían leer las expresiones de tristeza e impotencia unida a la preocupación ante la realidad que se vive, con menciones a situaciones similares presenciadas recientemente en las calles de La Habana.
Varios usuarios hicieron referencia a hechos que evidenciaron relacionados al relato compartido: “hoy mismo en una esquina muy concurrida de La Habana se nos acercó un niño no mayor de 12 años vestido de secundaria pidiendo 5 pesos”, y “La semana pasada iba en un carro por la calle Monserrate, y justo nos cogió la roja en el semáforo de la entrada de Obispo, que hecho tan triste presencié, solo lo había visto en películas o documentales, en Cuba nunca, un niño de 8, quizás 9 años, intentaba limpiar los parabrisas y pidiendo dinero a los chóferes de los carros”.
Así como los comentarios de madres que compartían lo difícil que es buscar en la actualidad una merienda para sus hijos: “Que tristeza me dio, pero es algo real en estos tiempos, que difícil se hace buscar está pobre merienda a nuestros hijos hoy en día”, “Que impotencia me ha dado leer esto, que tristeza, esto ya no da más, porque soy madre también y con hijo en edad escolar y se lo difícil q se hace”.
El perfil del humorista se ha vuelto un portal de denuncia donde ha confesado tener varios problemas con el Internet desde su teléfono, y la censura por parte del Ministerio de Cultura que le impide trabajar.
