Ponga en un caldero, a fuego luego, un dictador fanático a los libros de historia y enamorado de los cientos de historias y de anécdotas contadas con relación a las tropas rusas en la Segunda Guerra Mundial. Por favor, mantenga a un lado – al dictador no le conviene saberlo – los cientos de historias y anécdotas de violaciones cometidas por los soldados pertenecientes a las tropas rusas en la ya mencionada guerra.
Tenga en cuenta que ahora, a Ud. no lo traicionó Hitler, y que a Ud. no lo atacaron.
Si a eso añade la desconexión con la realidad de los herederos del PCUS, el hecho de que ahora la información está en un celular, al alcance de un click, y no monopolizada en la radio; que han transcurrido 80 años, que la gente conoce el horror de la guerra y sabe – a ciencias ciertas lo sabe – que existe un peligro de una guerra nuclear, y que el idilio romántico por morir en la guerra ya no existe, y que todo un pueblo sabe que es y qué significa la imagen de un líder fabricado y exhaltado por los medios, tendrá la explicación perfecta del por qué las tropas rusas parecen desmoralizadas.
Hace 80 años, a ninguna figura política y social rusa se le hubiese ocurrido la descabellada idea de renunciar públicamente a un cargo. Nadie hubiese osado – no eran las circunstancias – contradecir a Stalin, o decir que la guerra contra los nazis de Hitler era injusta. Hoy, nadie en Rusia se cree el cuento de que el presidente de Ucrania, nieto de un sobreviviente judío del fascismo, pueda ser un fascista. El resultado está ahí: cada día más figuras públicas rusas renuncian y lo anuncian.
Lo anuncian en las redes sociales, en la internet. Puede Putin hacer con la radio y la televisión lo que quiera. El mensaje, que llega al pueblo y las tropas rusas llega. Ha llegado.
Son ya varios los reportes con relación a los problemas de moral entre las tropas rusas.
Un oficial del Pentágono dijo que muchos de los integrantes de las tropas rusas han sido reclutados por el servicio. Muchos de los soldados son hombres jóvenes que no han sido entrenados a fondo o que ni siquiera saben por qué fueron enviados a Ucrania.
Un reporte de la agencia Reuters citaba a esta funcionario que señalaba que «los rusos se han sorprendido por algunos de los problemas de moral que están experimentando» y expresó:
«Creo que no están demasiado satisfechos con los desafíos logísticos y de mantenimiento que han tenido».
Las imágenes aparecidas en las redes sociales que muestran tanques y vehículos militares rusos parados al borde de las carreteras, pudiera ser una clara señal de lo que se dice.
Si bien algunos de esos vehículos parecen haberse quedado sin combustible, muy bien pudiera ser el caso de que se hayan negado a seguir adelante y cumplir órdenes. Muchos han encontrado a civiles indefensos, mujeres, mujeres adultas, hombres adultos, ancianos, que les hablan en su mismo idioma, – no es 1942, que unos hablaban alemán y otros rusos y no se entendían – que los llaman hermanos, que les preguntan, «¿Por qué?»
«Una de las razones por las que las cosas parecen estar estancadas al norte de Kiev es que los propios rusos se están reagrupando y replanteando y tratando de ajustarse a los retos que han encontrado», dijo el funcionario, hablando bajo condición de anonimato.
El funcionario dijo que Estados Unidos había visto indicios de que algunas unidades rusas se habían rendido sin luchar. Otros, se habrían descubierto solos, sin apoyo, encontrándose un pueblo entero con la moral combativa bien alta, dispuesto a morir por su patria.
Tampoco está claro, ahora, que la «operación militar especial» que les dijeron que cumplirían iba a ser un paseo. Ese no fue el cuento que les hicieron. El mapa que les pusieron en la mesa no era ese.
Ha transcurrido una semana y el «paseo» se ha convertido en una pesadilla. Todos los miembros de las tropas rusas han podido conocer – con un celular se puede – el inmenso rechazo que está provocando en el mundo entero esa guerra.
Las tropas rusas de este 2022 no son para nada, ni lejanamente cercanas, a aquellas tropas rusas que avanzaron y liberaron Europa del nazismo a mediados del siglo pasado.
En aquel entonces el motivo estaba claro y la inspiración y motivaciones dentro de las tropas rusas era alta y clara. Hoy en día, no es así.
El resto, pertenece a los libros. La historia es historia. Y esta nos tiene otros cientos de ejemplos de «empantanmientos» en cada guerras donde, había un león y supuestamente un mono.
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