Y sucedió lo peor: la resonancia magnética determinó una distensión moderada del músculo oblicuo y la estrella de la postemporada de las Grandes Ligas, el cubano Adolis García debió ser excluído de la Serie Mundial.
Miles de cubanos de todas partes atentos a la espectacular trayectoria de García en los play offs recibieron como balde de agua fría la ausencia del avileño en la alineación de los Rangers que se las arreglaron para conseguir triunfo 11×7 sobre Arizona la noche de Halloween y espantar a los fantasmas y colocarse a sólo un triunfo del trofeo.
Texas lleva el paso impresionante de lograr 10 victorias seguidas como visitante y busca su primer título mundial desde que fueron bautizados con ese nombre en 1972.
Sólo una hora antes del crucial encuentro del martes, Texas determinó sacar del roster por el resto de la Serie Mundial a García junto al estelar lanzador Max Scherzer, que también debió salir del tercer juego tempranamente por rigidez en la espalda.
García se encaminaba a hacer historia al cierre de la temporada y en el triunfo del cuarto juego las cámaras de la TV captaron al fornido toletero en el aliento a sus compañeros desde la banca, quienes definieron en las primeras entradas con dos racimos para un 10-0 . Esta abultada e inesperada pizarra permitió al manager Bruce Bochy mover a sus lanzadores menos activos en esta final y preservar a los de primera línea.
En el octavo Lourdes Gurriel Jr. cazó un lanzamiento por el centro y conectó un vuelacerca de tres carreras para acercar a los Diamondbacks 11×5 en una remontada tardía que cerró 11×7. Tras la salida de García, el otro cubano en la contienda es el cerrador Aroldis Chapman por Texas.
García había salido del juego 3 en la octava entrada debido a una tensión en la lado izquierdo de su espalda. La televisión mostró el gesto de dolor del cubano mientras se tocaba su costado tras un fuerte swing con el que levantó un fly a lo profundo del jardín central. Adolis fue reemplazado entonces por Travis Jankowski en el jardín derecho quien un día después brilló a la ofensiva.
De acuerdo a varias fuentes, el avileño hizo algún intento en el entrenamiento del martes pero el malestar le continuó dentro de la jaula de bateo. Según consultas médicas, distensiones como la de Adolis pueden durar entre cuatro y seis semanas para sanar.
Adolis era la principal bujía de la máquina texana además de su cuarto bate (aunque lo movieron a tercero en el juego 3). Había establecido el récord de más carreras impulsadas en una sola postemporada. En 15 juegos de playoffs, había bateado .323/.382/.726 con ocho jonrones (incluido uno decisivo en extrainning en el Juego 1) y 22 carreras empujadas.
Y defensivamente demostró su nivel al enfriar en home a Christian Walker con espectacular disparo , jugada clave para preservar el triunfo de su equipo 3-1 en el Juego 3.
Según Ken Rosenthal de Fox Sports, el estelar campocorto de Rangers, Corey Seager, otro factor determinante en el club, dijo sobre Adolis antes del cuarto partido: “Sabes, lo extrañamos. Ha sido una gran parte de lo que hacemos. Estamos tratando de salir a ganar éste para él. Así que sólo esperamos que mejore para la próxima temporada baja, pero vamos a seguir adelante por él”.
