Esta acción sigue a una serie de pasos menores tomados por la administración Biden en semanas recientes destinados a desalentar la migración y acelerar el procesamiento de solicitudes de asilo.
Se trata de una visita que confirma la importancia central de la inmigración en la carrera presidencial de 2024, donde podrían volver a enfrentarse el presidente y el exmandatario.