Después de que fracasaran las conversaciones en el Congreso sobre un acuerdo para frenar la migración ilegal, el presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump viajarán este jueves a la frontera con México en Texas, según informó The New York Times.
De acuerdo con la agencia AP, Biden viajará a Brownsville, Texas, en el Valle del Río Grande, por donde ocurren numerosos cruces fronterizos, para reunirse con agentes de la patrulla fronteriza y de la ley y con líderes locales, en una visita que confirma la importancia central de la inmigración en la carrera presidencial de 2024, donde podría volver a enfrentarse a Trump.
En la que sería su segunda visita a la frontera como presidente, ya que viajó a El Paso en enero de 2023, Biden, que después del jueves podría firmar una orden ejecutiva “drástica” para disuadir a los migrantes de entrar de forma irregular, discutirá la necesidad urgente de aprobar una legislación bipartidista de seguridad fronteriza en el Senado.
Dicha ley, a tenor con lo que destacó un comunicado de Washington, sería “el conjunto de medidas más duras y justas para segurar la frontera con México en décadas”.
Por tanto, el actual presidente volverá a pedirle a los republicanos que dejen de “jugar a la política”, luego de que abandonaran el acuerdo fronterizo bipartidista que permitiría endurecer las restricciones de asilo, crear límites diarios en los cruces fronterizos y obtener mayor financiamiento para agentes fronterizos y otras autoridades de Seguridad Nacional.
Trump, que intenta utilizar la crisis migratoria para su ventaja política, irá el mismo jueves a Eagle Pass, también en Texas, a unos 520 kilómetros de Brownsville, otro punto crítico en el enfrentamiento por la seguridad fronteriza.
Ante el aumento de personas que cruzan ilegalmente la frontera de Estados Unidos, la actual administración insiste en aumentar las medidas represivas en la frontera a la vez que promueve crecientes vías legales, como el programa de parole humanitario o las citas a través de CBP One.
Sin embargo, como la política estadounidense hasta el momento permite que los inmigrantes soliciten asilo independientemente de cómo lleguen y el número de migrantes que entra supera con creces la capacidad de un sistema de inmigración desactualizado, Biden estaría valorando incluso prohibir que quienes entren puedan solicitar asilo.
Por su parte, Trump, que durante su campaña de 2016, viajó a Laredo, Texas, en julio de 2015, y desde que dejó el cargo ha estado en la frontera al menos dos veces, ha recalcado su postura antiinmigrante.
