La frontera entre Estados Unidos y México ha visto un aumento significativo en el número de familias mexicanas y cubanas detenidas.
Según las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP), más de 10,000 personas que cruzaron ilegalmente en julio la frontera entre Estados Unidos y México, eran familias aztecas. Este número representa un salto sin precedentes, ya que más de 115,000 familias mexicanas han sido encontradas por la Patrulla Fronteriza de EE. UU. en el año fiscal 2023, casi el triple que el año fiscal anterior de aproximadamente 40,000.
Este aumento en las detenciones se atribuye en gran medida a las políticas fronterizas más relajadas de la administración Biden. La administración ha acordado permitir la entrada de hasta 43,500 migrantes al mes de países como Venezuela, Nicaragua, Haití y Cuba bajo el término de «libertad condicional humanitaria». Sin embargo, la falta de claridad en el mensaje sobre quién puede entrar al país ha llevado a un aumento en el número de familias mexicanas que intentan cruzar una frontera que, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de las Naciones Unidas es la ruta terrestre más mortal para los migrantes.
El informe señala que en 2022, se documentaron en la frontera entre Estados Unidos y México 686 muertes y desapariciones, lo que representa casi la mitad de todas las muertes y desapariciones de migrantes en las Américas. Este número es probablemente una subestimación debido a la falta de datos oficiales.
De los 686 migrantes que murieron o desaparecieron en la frontera entre Estados Unidos y México, los países de origen más comunes fueron México, Guatemala y Cuba.
Este número representa casi la mitad de las 1,457 muertes y desapariciones de migrantes en toda América durante el mismo año, marcando 2022 como el año más mortal desde que la OIM comenzó a recopilar datos en 2014. Las principales causas de muerte incluyeron ahogamiento, accidentes vehiculares y condiciones ambientales extremas.
En la ruta del Caribe a la frontera norte de México, se registraron 203 fallecimientos y desapariciones, 150 de los cuales eran cubanos. Casi la mitad de las muertes estuvieron relacionadas con cruces peligrosos a través de los desiertos de Sonora y Chihuahua.
La OIM enfatiza que estos números podrían ser subestimaciones, ya que aún no se han recibido datos completos de ciertas regiones y unidades de búsqueda y rescate.
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