El mismo Estado que en Santiago de Cuba difundió falsas muertes por “alumbre” presume en La Habana de investigar penalmente a directivos de El Toque. Entre la desinformación en medio de una crisis de agua y la fabricación de enemigos mediáticos, queda al desnudo el verdadero rigor informativo oficialista.
Sin aventurar diagnósticos, los testimonios apuntan a un cuadro compatible con enfermedades transmitidas por mosquitos y cuadros gastrointestinales asociados a agua no segura. En contextos así, las recomendaciones comunitarias básicas son: eliminar criaderos (vaciar recipientes y charcos en patios y azoteas), usar repelente y mosquiteros, potabilizar el agua (hervirla cuando sea posible) y buscar atención médica ante fiebre sostenida, vómitos persistentes, decaimiento extremo o signos de deshidratación, especialmente en niños y embarazadas. Vecinos de Matanzas insisten en hidratarse y evitar automedicarse cuando se sospeche dengue, a falta de indicación profesional.
El aguazuca ha dejado de ser una opción en Cuba. Lo que antes era una solución de emergencia para calmar el hambre y mantener a las familias en pie, hoy es un lujo que pocos pueden permitirse.
La falta de electricidad es una de las angustias actuales para que solo la mitad de la población cubana reciba el preciado líquido de manera estable. La sequía, la falta de red de distribución, roturas en las conductoras, robo de combustible y de tuberías, falta de combustibles y piezas para mover las llamadas pipas, son otras de las causas.
Verónica Medina, fiel defensora de la Revolución y Fidel - y Díaz-Canel y Raúl - explotó de la manera en que un revolucionario no debería: en Facebook.