La venta de agua potable embotellada de manera racionada ha sido una de las soluciones del Gobierno cubano ante la crisis hidraúlica que afecta al país, en especial al municipio villaclareño de Caibarién.
Según comunicó este jueves el bloquero oficialista Henry Omar Pérez a través de Facebook, la distribución de agua embotellada mediante la libreta de abastecimiento se hará a través de la cadena de tiendas TRD, asociadas a las bodegas.
De acuerdo con la nota informativa, se recibieron en una primera entrega 4.255 galones de agua de cinco litros, que se comercializarán a 85 pesos; y 7.200 pomos de un litro y medio, cuyo costo no se detalló.
Asimismo, las autoridades locales precisaron que el reparto del agua embotellada “se centrará en los niños de 0 a 13 años”, que en total son cerca de 5.100; y luego en “encamados, embarazadas y enfermos que requieren acceso prioritario al agua”.
A tenor con el Gobierno de Villa Clara, con la citada cantidad se espera asegurar que al menos en 30 bodegas “los grupos más vulnerables tengan acceso a este recurso vital”.
Mientras, muchos residentes de Caibarién han resaltado que pensaron que el agua recibida sería “regalada”, ya que es “difícil y preocupante” que la población deba “comprarla”. Muchos vecinos se han puesto de acuerdo para “hacer un pedido conjunto y así reducir costos”.
Desde este miércoles hasta horas de la madrugada de hoy, un total de 15 pipas de agua potable distribuyeron agua “cuadra a cuadra” en Caibarién, pero “aún es insuficiente” para responder a la necesidad de todos sus habitantes.
En los últimos días muchos cubanos han salido a protestar a las calles por el desabastecimiento de agua, un problema que ha existido durante décadas y que se ha visto agravado en las últimas semanas, pese a las millonarias inversiones que se ejecutan en el sector hidráulico en la isla.
Esta semana José Antonio Hernández, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, reconoció que actualmente más de 600.000 personas están afectadas por la falta de agua en Cuba.
Hernández puntualizó ante la prensa estatal que, en las provincias de Villa Clara, Pinar del Río, Artemisa, Santiago de Cuba, Granma, Cienfuegos y Holguín hay más de 30.000 clientes sin servicio de agua; y en La Habana, más de 130.000.
En palabras del funcionario, “el complejo panorama” en la distribución de agua en todo el país se debe sobre todo a la rotura de numerosos equipos de bombeo y de las principales termoeléctricas del país.
El directivo admitió que los arranques y las paradas bruscas del Sistema Electroenergético Nacional, así como las variaciones de voltaje y de frecuencia, impiden proteger los circuitos que albergan los equipos de abasto y provocan averías colaterales.