Que haya «aumentado» en una semana el número de desaparecidos en Cuba preocupa y ocupa no solo a los familiares y amigos de las personas desaparecidas, sino también ante quienes ven en esto dos posible explicaciones.
Una, el aumento de los cubanos que se valen de las redes sociales para ejercer este tipo de denuncia o llamado, obligados tal vez por las circunstancias claras de, nula participación de los medios oficiales del gobierno cubano para difundir este tipo de noticias; y la aparentemente lenta investigación de las autoridades y su escasa información a los afectados.
Dos, el aumento de los delitos de criminalidad, en los que se suman los de violencia de género. Este último pudiera explicarse por el hecho de que algunas de las desaparecidas son mujeres jóvenes.
El hermano de una persona que desapareció en el año 1991 y del que todavía no tiene noticias sobre su paradero, asegura que nunca se conocerán todos los casos de personas desaparecidas en Cuba. Él dice que, como su hermano, hay más personas que desde 1990 desaparecieron en la isla.
A.G, «sabe» que su hermano se fue en balsa del país y que falleció en el mar. Lo «sabe» porque es la única explicación que se les ocurre; porque la cámara de tractor que estaba en el patio un día ya no estaba al otro; pero no porque se sepa con certeza. Su hermano, en medio de la madrugada desapareció de la casa sin decirle nada a nadie. A.G. reconoce que las circunstancias fueron extrañas y bastante atípicas.
Desaparecidos, no emigrantes ilegales.
Pero, no todos los «desaparecidos» en Cuba, intentaron una salida ilegal del país, ni esta es una «justificación» que sirva de comodín o aliciente a los familiares y amigos.
Aunque esta a muchos les pueda resultar una explicación lógica, más bien es todo lo contrario. Por lo general las personas que se van ilegal del país se lo comunican al menos a un familiar; por lo general, no lo hacen solos.
Al menos no parece ser este el caso del joven Adaykis Luis Fleites Díaz, quien desapareció la semana pasada.
Noticia relacionada: Buscan a joven desaparecido en Villa Clara en extrañas circunstancias
Otros casos de desaparecidos en Cuba
Dianelis Gutiérrez se encuentra ausente de su hogar desde el pasado 14 de marzo.
Dianelis vive en el municipio Colón, y su familia ya interpuso la denuncia ante la policía.
En una publicación hecha por su prima en Facebook, esta aclaró que «NO ES PROBABLE QUE SALIERA DEL PAIS».
La cubana Yeniset Rojas, de Ranchuelo, provincia Villa Clara, se encuentra desaparecida desde hace más de 72 horas y su familia también pide ayuda para encontrarla.
La cubana Yeniset Rojas, de Ranchuelo, provincia Villa Clara, se encuentra desaparecida desde hace más de 72 horas y su familia pide ayuda para encontrarla.
La actriz y profesora cubana Giselle Sobrino Leiva explicó que la joven es hermana de su esposo Yerandy Fleites y declaró – aclaró, en esta caso, también – que «no se fue del país:»
«Su pasaporte está en su casa. Salió del trabajo para su casa y no regresa hace 3 días.»
«Desaparecida hace casi 72 horas, su nombre es Yeniset Rojas (…) Cualquier información será bien recibida. Por favor amigos compartan», agregó en su publicación de Facebook.
Tampoco parece haberse ido de Cuba de manera ilegal, el anciano cubano Julio González Pérez, otro de los desaparecidos reportados la pasada semana. Julio reside en el municipio de Bauta, en la provincia de Artemisa.
Según la denuncia vista en las redes sociales – también – Julio desapareció de su hogar hace más de 26 días. Tiene más de 80 años y padece Alzheimer.
Todo indica que salió de su casa y no supo regresar a ella.
Quien haya visto a este anciano, por favor llevaro a su casa en la calle 134 # 24702 entre 247 y 249, Nuevo Vedado Bauta. Sus familiares señalan que al momento de su desaparición lllevaba puesto un pantalón azul oscuro, un pullover rosa y una gorra.
Otro caso de desaparición ocurrió no la semana pasada, pero sí la anterior.
Se trata de un holguinero, Héctor Jesús Maldonado Fernández, quien fue visto por última vez en Aguas Clara, zona de Jesús María, en la ciudad de Holguín.
