El cronista cubano Bertico San Luis Hernández sufrió lesiones en su rostro debido a la explosión de unas croquetas mientras las estaba friendo, en lo que parece ser el nuevo capítulo de las croquetas explosivas en Cuba.
Según una publicación vista en Facebook, Hernández, conocido por su labor periodística, se encontraba cocinando en su casa cuando las croquetas explotaron, causándole quemaduras de cierto grado de severidad en su rostro. El incidente ha requerido múltiples visitas al médico para tratar las lesiones, afectando particularmente su vista.
Elba L. León, quien informó sobre el suceso, usó el sarcasmo que caracteriza a los cubanos para describir la situación, destacando el impacto negativo que tuvieron en Hernández, calificando a las croquetas como «revolucionarias y de la resistencia creativa».
«Señores lo de las croquetas revolucionarias y de la resistencia creativa no es de juego. Miren como ha dejado a nuestro querido cronista del pueblo. Hoy el médico lo vio y lo curaron Todavía vamos a extrañar sus publicaciones porque le limpiaron y le quitaron el tejido dañado pero todavía no no puede ver porque las cosas las ve borrosas y lo volvieron a vendar. El médico dice que al pasar de los días irá recuperado la visión Dios mediante tiene las córneas muy inflamadas y dañadas. Gracias a las personas que han brindado el mercurio para que pudiera empezar las curas y así evitar que le tuvieran que raspar la cara. El les manda saludos y les dice que se cuiden de las explosivas, el que entendió, entendió,» expresó en Facebook.
Lo sucedido con este cronista y otras personas en la isla ha sido motivo de «análisis» por parte de «expertos» en la materia.
Los implicados en la producción alegan que, el uso de una mala manteca puede ser el detonante – nunca mejor dicho – para «la explosión» de una croqueta en el fogón cuando se fríe. Otros argumentan que es porque se deja mucho tiempo en el aceite – o manteca – hirviendo; que como es un producto ya precocinado, no precisa de tanto tiempo al fuego y…
Sin embargo, estos «especialistas» olvidan que el cubano cocina con lo que puede, y que los inventos en materia de aceite y manteca son de larga data en la isla, pasando por todas los eslabones de la cadena alimenticia donde, se suplanta parte del producto original con otro; y hasta se re envasa el contenido en su totalidad.
Otro tanto pudiera suceder «in situ», donde se fabrican las croquetas explosivas, que ya hasta el cubano cariñosamente les llama «croquetas Hamás» en alusión evidente al grupo terrorista palestino.
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