Un video de vigilancia publicado recientemente ha revelado detalles inéditos sobre el robo a una joyería en Coral Gables, Florida, que en 2019 desató una serie de eventos trágicos, culminando en la muerte del conductor de UPS de origen cubano, Frank Ordoñez, y otras tres personas.
Las imágenes muestran cómo dos hombres armados irrumpieron en la joyería el 5 de diciembre de 2019.
Luego de entrar, uno de los sospechosos disparó al suelo, y el rebote de la bala hirió a un empleado. Acto seguido, obligaron a los trabajadores a vaciar las vitrinas mientras uno de los ladrones, enmascarado, vigilaba el lugar. Tras completar el robo, los asaltantes huyeron y, poco después, secuestraron un camión de UPS conducido por Ordoñez, quien se encontraba trabajando cerca del lugar.
Lo que siguió fue una persecución policial de alta velocidad que se extendió por más de una hora y terminó en una intersección muy transitada de Miramar. Allí, se produjo un tiroteo entre los sospechosos y la policía. Según un informe del Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida (FDLE), los agentes dispararon más de 200 rondas pese a haber sido advertidos de que no se acercaran al camión, ya que los sospechosos estaban disparando.
Durante el enfrentamiento, Ordoñez, de 27 años, y un transeúnte identificado como Richard Cutshaw murieron por impactos de bala, además de los dos asaltantes. En 2024, cuatro oficiales de la policía de Miami-Dade fueron acusados de homicidio involuntario tras determinarse que las balas que mataron a Ordoñez fueron disparadas por ellos. Los oficiales, que se entregaron voluntariamente, esperan juicio tras ser liberados bajo fianza.
El caso ha generado un profundo debate sobre las tácticas policiales empleadas en situaciones de alto riesgo, especialmente cuando hay rehenes involucrados. La publicación del video ha reabierto las heridas de las familias afectadas, que continúan exigiendo justicia y claridad sobre las decisiones tomadas ese día.
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Frank Ordoñez, quien dejó atrás a dos hijas pequeñas, se ha convertido en un símbolo de las tragedias que pueden ocurrir en intervenciones policiales mal manejadas, generando una discusión continua sobre la responsabilidad de las autoridades.
