Frank Ordoñez, quien dejó atrás a dos hijas pequeñas, se ha convertido en un símbolo de las tragedias que pueden ocurrir en intervenciones policiales mal manejadas, generando una discusión continua sobre la responsabilidad de las autoridades.
Según un informe reciente del Departamento de Aplicación de la Ley de Florida (FDLE), todas las balas que impactaron y mataron a Ordoñez fueron disparadas por la policía. La policía de Miami, en un informe previo, presuntamente con el ánimo de encubrir a sus oficiales, reveló detalles de una investigación en la que aseguraban no saber si fueron las balas de sus policías las que mataron a no al joven rehén.