En Cuba, las mujeres enfrentan una lucha constante contra la violencia y el modelo patriarcal. Un testimonio impactante de una médica y profesora, víctima de violencia doméstica, ilustra esta realidad. Tras terminar una relación de ocho años, su ex-pareja, en estado de ebriedad, la atacó físicamente en su hogar. La rápida intervención de un vecino y la acción de las autoridades, incluyendo la Federación de Mujeres Cubanas, fueron cruciales para su supervivencia y atención posterior.
Este caso no es aislado, lo que resulta aislado y hasta sorprendente es que el diario oficialista Girón, en la provincia de Matanzas, lo aborde en su plana reconociendo el auge del fenómeno.
Si bien el diario matancero se enfoca en hechos acontecidos en Matanzas, recoge de modo general que la violencia contra las mujeres ha aumentado o, al menos, se ha hecho más visible gracias a las redes de apoyo y a las mujeres que han roto el silencio, en la isla.
Señala además, que las redes sociales reflejan esta realidad con publicaciones alarmantes sobre mujeres desaparecidas, asesinadas o agredidas; mientras indica que las mujeres cubanas luchan contra la violencia física y otras formas de abuso, como amenazas, chantajes y presiones económicas o sociales.
El diario señala igualmente que a pesar de los avances en derechos de la mujer y políticas públicas para su empoderamiento y erradicación de la desigualdad, persisten concepciones patriarcales que generan discriminación y maltrato, y aborda cómo en la provincia de Matanzas, los informes de Medicina Legal muestran un incremento en los casos de violencia homicida contra mujeres, con predominio de agresiones con arma blanca.
Implícitamente parecen reconocer que las nuevas legislaciones cubanas, incluyendo el Código de las Familias y el Código Penal, buscan abordar esta problemática, y señalan que la Fiscalía Provincial de Matanzas ha tomado medidas para tratar estos delitos con un enfoque de género, aplicando sanciones más severas y previniendo la repetición de patrones violentos.
Al final de la nota concluyen que existen espacios de apoyo como la Consejería de la Violencia y el proyecto SoLuna, que brindan orientación y asistencia a las víctimas; y destaca que estos servicios incluyen asesoramiento legal, apoyo psicológico y acciones preventivas en comunidades y escuelas.
¿Pero, funciona todo a las mil maravillas? Evidentemente no. Ya desde el propio hecho que resulte extraño que un diario oficialista aborde el tema, se reconoce cuánto nos falta por avanzar en materia de lucha contra la violencia de género.
Tampoco se pudiera aspirar a mucho de un trabajo que rehúsa mencionar a las plataformas que llevan el subregistro de feminicidios en Cuba y que son las abanderadas en la lucha contra este flagelo.
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