La Federación Internacional de la Cruz Roja, FICR, considerada la red humanitaria más grande del mundo, compuesta por 192 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja «que trabajan para salvar vidas, desarrollar la resiliencia comunitaria, fortalecer la localización y promover la dignidad en todo el mundo,» ha emitido su más reciente reporte sobre los daños causados por el huracán Ian en Cuba.
Se trata de una primera actualización de su llamado de emergencia n.º MDRCU008 hecha el 20 de noviembre, sobre un informe de situación publicado originalmente el 19 de noviembre de 2022.
En el informe, que puede ser visto aquí debajo o descargado aquí se detalla cómo «el huracán Ian tocó tierra el 26 de septiembre azotando la región occidental de Cuba, con vientos sostenidos de más de 200 km/h y rachas aún más fuertes, fuertes marejadas e inundaciones costeras.»
«El impacto del huracán Ian dejó una estela de destrucción a su paso por Cuba,» indica además el informe, que erróneamente indica que «al tocar tierra, Ian fue clasificado como huracán de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, con un diámetro de 600 km.» Con esta fuerza Ian entró a los EE.UU., pues a Cuba entró como un categoría 2.
Según el informe, unas 3,2 millones de personas fueron afectadas directamente en las provincias de Pinar del Río, Artemisa y La Habana, así como el Municipio Especial Isla de la Juventud.
«Las aguas del mar alcanzaron dos kilómetros tierra adentro en varias áreas costeras, y la altura de las inundaciones alcanzó los 1,5 metros.»
El reporte señala que «los daños reportados son significativos y combinan la complejidad de los impactos en un área urbana importante con la pérdida de medios de vida en municipios rurales.»
«76.221 personas fueron evacuadas a centros habilitados por las autoridades del gobierno local y otras se trasladaron a casas de amigos y familiares, en cumplimiento de las directrices del Estado Mayor de la Defensa Civil Nacional. A pesar de los esfuerzos de prevención de las autoridades y las alertas emitidas a la población, este poderoso huracán dejó tres muertos tras su paso por Pinar del Río.»
Luego, más adelante señala:
«Las evaluaciones realizadas indican daños críticos en viviendas, acceso a agua potable y energía eléctrica, instituciones de salud y educativas, establecimientos de almacenamiento o distribución de alimentos, miles de hectáreas de cultivos, producción agropecuaria y pesquera, es decir, los medios fundamentales de subsistencia de la población de los municipios afectados.»
Persisten grandes desafíos para el restablecimiento de la energía eléctrica, lo que impacta varios servicios básicos, entre ellos el agua corriente, además de los daños causados a los embalses y sistemas de distribución de agua. La compleja situación genera las condiciones para un mayor riesgo de dengue y enfermedades gastrointestinales en un contexto donde se reportan graves afectaciones a establecimientos de salud.»
El informe detalla que «los esfuerzos nacionales inmediatos han sido importantes para restaurar las condiciones de vida y la operación mínima de los servicios, incluida una estrategia de recuperación que busca reducir las vulnerabilidades preexistentes. Sin embargo, el daño es devastador.»
IFRC reconoce que «el huracán Ian azotó a Cuba en medio de un contexto global complejo posterior a la COVID-19, ya que el país enfrenta desafíos económicos.»
«Cuba está excluida de las principales instituciones financieras internacionales y enfrenta un acceso extremadamente limitado a los mercados internacionales de capital, lo que dificulta mucho el financiamiento de los esfuerzos de respuesta a desastres y el desarrollo del país,» explica IFRC en su informe.
La organización concluye que «es fundamental apoyar a Cuba en sus continuos esfuerzos de respuesta y recuperación.»
La Cruz Roja Internacional fue la entidad designada para, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, (USAID por sus siglas en inglés), canalizar la entrega de insumos por valor de 2 millones de dólares a Cuba, destinados por el gobierno de los EE.UU. para apoyar los esfuerzos de Cuba en la restauración de los daños dejados por el huracán Ian.
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