El gobierno de Estados Unidos ofreció a Cuba ayuda humanitaria de emergencia por valor de unos 2 millones de dólares para ayudar en la recuperación de la zona más occidental de la isla tras los estragos ocasionados por el huracán Ian.
Una funcionaria de la Administración de Joe Biden declaró a la agencia de noticias estadounidense AP que la ayuda humanitaria a Cuba incluye provisiones y suministros para las personas afectadas y serán distribuidos por organizaciones no gubernamentales con experiencia en la isla.
“Estamos respondiendo a un desastre, trabajando con nuestros socios de asistencia humanitaria internacional para enviar asistencia crítica directamente a los más necesitados”, dijo la funcionaria de alto rango, que prefirió mantenerse en el anonimato.
Asimismo, subrayó que su gobierno apoya a la población cubana y seguirá buscando las maneras de mejorar su vida en los ámbitos económico y político.
A través de su cuenta de Twitter el Canciller cubano, Bruno Rodríguez, agradeció el ofrecimiento de ayuda humanitaria de EEUU.
“El aporte material valorado en 2 millones de USD por vía de la Federación Internacional de la Cruz Roja contribuirá a nuestros esfuerzos de recuperación y apoyo a los damnificados por los estragos del huracán Ian”, aseguró el ministro de Exteriores.
El monto de la ayuda será canalizado por la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por su nombre en inglés) a “socios internacionales de confianza» como la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, confirmó la funcionaria del gobierno de Biden, quien aseguró que la asistencia no será manejada por las autoridades de la isla.
Por su parte, Rodríguez se abstuvo de mencionar a USAID, una agencia criticada con frecuencia por los medios estatales cubanos y voceros del gobierno comunista, por presuntamente interferir en los asuntos internos de los países donde actúa.
El impacto del Ian por la provincia de Pinar del Río a finales de septiembre dejó saldo de cinco fallecidos y alrededor de 100.000 viviendas afectadas, más incontables daños a la agricultura y las infraestructuras eléctrica y de telecomunicaciones.
Tras el paso del destructivo huracán categoría 3, se conoció que funcionarios del gobierno estadounidense se comunicaron con sus homólogos en Cuba para conocer de las necesidades inmediatas y ofrecer ayuda.
