El embajador cubano en Rusia, Julio Antonio Garmendía Peña, reapareció en la escena pública este fin de semana cuando al atardecer del viernes dio la bievenida en el aeropuerto internacional moscovita al presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Esteban Lazo.
El funcionario acompañó al día siguiente al dirigente cubano a la I Conferencia Parlamentaria Internacional Rusia-América Latina, inagurada el viernes con la presencia de Vladimir Putin.
Las especulaciones sobre el destino del diplomático Garmendía se habían disparado cuando hizo declaraciones días atrás que parecieron entrar en contradicciones con la de su gobierno respecto a la presencia de presuntos mercenarios cubanos en la guerra contra Ucrania.
El representante cubano había expresado que su país no se oponía «a los cubanos que sólo quieren firmar un contrato y participar legalmente en esta operación con el ejército ruso» lo que provocó una inmediata reacción de su jefe, el canciller Bruno Rodríguez, desde La Habana, al rechazar la participación de sus ciudadanos «en cualquier conflicto».
El esclarecimiento de este escándalo aún sigue en desarrollo con casi una veintena de detenidos en la Isla donde el embajador ruso Víctor Koronelli reconoció esta semana el alistamiento de cubanos en la «operación militar especial» y que Cuba y Rusia «están en contacto»respecto a este conflicto.
Lazo había llegado a Moscú tras un gira por Vietnam. Este sábado suscribió un acuerdo junto al embajador Garmendía que asegura la cooperación económica, comercial y científico técnica entre los estrechos y viejos aliados por los próximos 10 años, según un comunicado publicado en el sitio oficial de la Duma Estatal rusa.
En un encuentro con Lazo, su homólogo ruso, Vyacheslav Volodin, elogió los «nuevos formatos de cooperación» con La Habana y dijo que «han demostrado su eficacia», dice la nota oficial, según Radio Martí.
El nuevo acuerdo incluye la cooperación en sectores como la extracción y procesamiento de recursos minerales, la producción de caña de azúcar, el turismo y la energía solar. Volodin dijo, además, que «es correcto ampliar la cooperación en el ámbito humanitario y educativo».
Volodin precisó que «la dinámica de las relaciones entre Rusia y Cuba la determinan principalmente los presidentes de ambos países», y que la Duma Estatal se limita a «garantizar legislativamente la implementación de sus decisiones y mantener contactos constantes en el marco de las relaciones interparlamentarias», cita el comunicado.
El mandatario Miguel Díaz-Canel y su entorno gubernamental y partidista han defendido la posición de Putin de invadir Ucrania culpando a Estados Unidos y a la Otan como verdaderos causantes de este conflicto bélico iniciado por Moscú el 24 de febrero de 2022 y que no muestra señales de final.
No trascendió que en el encuentro entre Lazo y Volodin se haya analizado el asunto de la llamada red de reclutamiento de cubanos para el ejército ruso.
En el contexto de esta conferencia que intenta aumentar la influencia rusa a través de los parlamentos en el hemisferio occidental en momentos del aislamiento de Moscú, Rusia ha adelantado la intención de avanzar hacia la exención de visas para viajar con todos los países de América Latina, de acuerdo a la agencia TASS.
«Esta es una tarea que nos propusimos y creo que lo lograremos», dijo el diplomático Alexander Shchetinin, director del Departamento para América Latina de la cancillería rusa cuando se le preguntó sobre los planes de su país de introducir viajes sin visa a todos los países de América Latina.
«Avanzaremos [hacia la abolición de visas] con los países del Caribe», añadió. Asimismo el Banco Central de Rusia adelantó estar trabajando con los países latinoamericanos para introducir allí las tarjetas Mir rusas, de acuerdo a Shchetinin.
Actualmente, las tarjetas bancarias vinculadas al sistema de pago ruso Mir se aceptan en Cuba, Venezuela, Abjasia, Armenia, Bielorrusia, Vietnam, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Corea del Sur y Osetia del Sur.
