Reaparece el que creía que sería «sustituto de Fidel»: Carlos Aldana

Havana
algo de nubes
25.2 ° C
25.3 °
25.2 °
94 %
1kmh
20 %
Jue
31 °
Vie
31 °
Sáb
31 °
Dom
31 °
Lun
29 °

Treinta y dos años después de su caída estrepitosa, Carlos Aldana es nuevamente visto en una foto.

Era el 3er hombre más poderoso de Cuba y un aliado incondicional de Fidel Castro, pero fue defenestrado y su nombre borrado del discurso oficial, tal y como sucedió después con Carlos Lage y Felipe Pérez Roque.

Carlos Aldana Escalante, el que en algún momento de su vida, por allá por los años 80´era considerado el «tercer hombre más poderoso de Cuba», reapareció 30 años después, en La Habana, gracias a una fotografía publicada en el blog del escritor y periodista exiliado Norberto Fuentes, residente en Miami.

Buena parte de las generaciones actuales de cubanos desconocen la historia sobre quien fuera una figura prominente en la política cubana durante los años 80 y principios de los 90, desempeñando un papel crucial en la estructura del poder del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Sin embargo, otra buena parte, sí ha seguido de cerca su historia, y su ascenso al poder. Y caída posterior.

Conocido como una persona hábil en manejar asuntos ideológicos y diplomáticos en un período de grandes tensiones para el régimen, su estrecha relación con Fidel y Raúl Castro, así como su integración desde temprano al círculo cercano de ambos, lo hizo destacar como un cuadro leal y eficiente dentro del PCC.

Así fue ganando espacios – y amigos – dentro de las más altas esferas del poder en la isla, y fue ocupando posiciones cada vez más relevantes, hasta convertirse en miembro del Buró Político, el órgano de más alto rango dentro del Partido Comunista. Posteriormente, en una decisión «colegiada», presumiblemente entre Fidel y Raúl, con la anuencia de los históricos Machado Ventura, Ramiro Valdés y Juan Almeida, fue nombrado jefe del Departamento Ideológico del Comité Central del PCC, un cargo que en la actualidad ocupa el soso Rogelio Polanco, pero que en aquel momento representaba una posición clave del poder en la isla. Aldana, a diferencia de Polanco en la actualidad, ejerció el poder en cuanta esfera pudo, e influenció por encima de aquellos designados directores y Ministros de los medios de comunicación, la educación y la cultura en Cuba.

Dicho de otra manera: era el representante de Fidel en estas esferas.

Siempre colegiando con Fidel, la palabra de Aldana en esos círculos era considerada como la voz del Comandante, hasta tanto el Comandante no tomara la palabra; o lo que sucedió después: que ante la polémica agarró el toro por los cuernos.

Uno de los momentos cumbre de su carrera fue su participación en las negociaciones para la retirada de las tropas cubanas de Angola y la independencia de Namibia en 1990, lo que consolidó su influencia dentro del gobierno cubano.

Su control – hasta ese momento – sobre otros sectores como la prensa y la academia, se expandió hasta niveles insospechados – la diplomacia – creyéndose por momentos que incluso, tenía, más poder que el Ministro de Relaciones Exteriores.

En momentos de debates en la isla en los años 80´, sobre libertades, derechos y censuras, Aldana impuso la línea dura partidista. Controló el discurso y aseguró la lealtad ideológica dentro de la academia, tras no pocas conversaciones con los pesos pesados dentro del oficialismo «escribidor» -entiéndase periodistas y literatos – en la isla.

Sin embargo, tanto poder terminó por corroerle y corromperlo. Se ha mencionado que le gustaba la buena vida, que incurrió en tejemanejes con Pepe Orta, y cuadros de pintores cubanos muy famosos sacados del país.

Aunque la corrupción lo asoció a Eberto López Morales, un empresario acusado de estafa y falsificación de documentos, se presume que fue su intromisión en asuntos que competían a Alfredo Guevara, y en los que presuntamente Fidel Castro se vio comprometido y ofendido, los que sentaron las bases para su estrepitosa caída.

En 1992, fue destituido de sus cargos y expulsado del Partido Comunista. Se le acusó de «graves defectos en el desempeño del cargo» y «serios errores personales».

Sin embargo, su caída hay que vincularla a luchas internas dentro del régimen cubano, en un momento de crisis económica y política tras el colapso de la Unión Soviética, principal aliado y benefactor de Cuba, en los que – según fuentes que lo conocían – presumió de ser el sustituto de Fidel Castro, incluso por encima de Raúl.

Prueba de ello es sus intentos, connotados y consumados, de controlarlo todo, lo que podría haber precipitado la decisión de apartar a Aldana, quien hasta entonces era considerado uno de los hombres más poderosos de la isla.

Luego de su destitución, fue enviado a dirigir el sector turístico en la zona de Topes de Collantes, lejos de la capital y del centro del poder cubano, lo cual marcó el fin de su influencia política.

Aldana desapareció casi por completo del panorama público. Su nombre fue prácticamente borrado de la narrativa oficial, y su figura se convirtió en apenas un recuerdo de alguien que alguna vez estuvo en el seno del régimen cubano.

Ahora, gracias a la fotografía publicada por el escritor Norberto Fuentes, en la que se le ve junto a su hija en La Habana, ha reaparecido el que alguna vez fue el «tercer hombre» en la jerarquía del régimen cubano.

Sobre su cuerpo han caído los años, y ya no le quedan en la guantera, los contactos que alguna vez lo llevaron a la cúpula del poder.

tal vez quieras leer: «Esto parece que está pasando en Cuba». Familias cubanas llevan 15 días sin electricidad en Miami

¿Quieres reportar algo?

Envía tu información a: [email protected]

Lo más leído

Quizás te interese

Envíos a CUBA desde → $1.79 x LBENVÍA AQUÍ
+