Las altas esferas del Gobierno y el Partido Comunista de Cuba se reunieron en La Habana para discutir el cumplimiento de las políticas trazadas para el quinquenio que inició en 2021, pero el discurso y la propaganda han provocado el rechazo masivo de los internautas en redes sociales.
“Al informar sobre el estado de implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026, aprobados en el 8vo. Congreso, el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, dijo que, según el último cierre, de los 201 lineamientos, 13 están sin avance y 67 tienen un avance bajo, por lo que ambas categorías concentran cerca del 40 %; mientras 110 tienen un avance medio (54,7 %) y 11 un avance alto (5,4 %)”, indican reportes de medios estatales.
Pero esas estadísticas poco importan a un pueblo cansado de una crisis que ha llevado a cientos de miles de cubanos a la pobreza extrema, entre ellos muchos trabajadores cuyos salarios no alcanzan para garantizar siquiera dos comidas al día en sus hogares.
Mucho menos convencen las vacías consignas que repiten los dirigentes del estado y gobierno cubanos, quienes convocan a la “resistencia creativa” y a trabajar “de manera diferente” para solucionar los problemas que no dejan de acumularse.
Ante la falta de transparencia gubernamental y el silencio de la prensa estatal sobre las verdaderas dimensiones de la crisis, publicación en lengua alemana Cuba Heute se encargó de revelar las cifras de la economía de la isla.
De acuerdo con el reporte, que cita informes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información cubana (ONEI), Cuba ha registrado caídas dramáticas de la producción de su industria manufacturera que han hecho “retroceder décadas” al país.
Las cifras oficiales muestran que la producción nacional de aceite vegetal se redujo casi a la mitad entre 2019 y 2022, de 20.800 a 10.700 toneladas.
Algunos productos lácteos como la mantequilla y el queso registraron desplomes superiores al 60% en el mismo período, mientras la producción de fertilizantes en la isla tocó fondo, tras una caída del 98%.
En casi todos los renglones se observan disminuciones importantes desde que Miguel Díaz-Canel fue designado presidente de Cuba: la fabricación de ropa cayó más del 30%, el café un 13,5%, el cemento casi un 50% y hasta la limonada, que tantos memes le ha costado al mandatario, bajó un 42,6%, siempre de acuerdo a la ONEI.
Pero la producción de la industria nacional no refleja el panorama completo, debido a que la canasta básica de los cubanos se compone mayoritariamente por productos importados, recuerda la publicación alemana.
Cuba Heute cita cálculos del economista Pedro Monreal, que reflejan caídas del 62% en las ventas de pan y productos horneados, 63% en el caso del arroz, 66% del consumo de aceites de cocina, 70 % en carne y 73,5 % en productos lácteos.
La fotografía es realmente dramática si se tiene en cuenta que los alimentos tienen el mayor peso en la inflación de la economía, mientras los salarios no se han vuelto a mover desde el inicio de la Tarea Ordenamiento, por lo que los trabajadores y pensionados tienen cada vez más riesgo de sufrir por hambre.
Este año los precios siguen subiendo, y se sumó a la crisis una aguda escasez de combustible que amenaza con paralizar varios sectores de la economía. A todas estas, Díaz-Canel continúa diciendo que 2023 será un mejor año.
