Cuba enfrenta una de las peores crisis económicas de su historia, con una disparidad enorme en la distribución de recursos, a lo que se suma la falta de suministros básicos como agua potable y electricidad. Y los niños son los más vulnerables.
La combinación del envejecimiento poblacional y la crisis alimentaria pone de manifiesto la urgente necesidad de adoptar medidas efectivas para garantizar el bienestar de la población cubana. La estructura demográfica de Cuba tiene implicaciones directas en el desarrollo y la sostenibilidad del país, y es esencial tomar decisiones estratégicas para enfrentar estos retos.