A los gritos de “¡Pongan la corriente, pinga!” y “¡Libertad!” cientos de personas se lanzaron en la noche y la madrugada a las calles de la ciudad de Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas, para protestar contra los continuos cortes de electricidad que de manera diaria afectan las vidas de las personas.
En varios videos que circulan por las redes sociales se escuchan, además de los gritos demandantes, otras conversaciones entre los manifestantes, cuestionando qué les va a hacer la policía y piden que todos los cubanos se lancen a las calles.“Que se caliente, no van a hacer nada”, se escucha claramente.
Voces femeninas reclaman que no tienen cómo cocinarle a sus hijos. “Todo el mundo para la calle, está bueno ya. Que pongan la corriente”, clama una mujer que reclama luego: “Lo que tienen es un abuso”. Otros denuncian la suspensión del servicio de Internet “para que nadie vea nada”.
“Voy a grabar y bien”, dicen otras personas en medio de la multitud que marcha por una calle o carretera en total oscuridad, ante los temores de alguien por las represaliar tomadas contra los ciudadanos que el 11J grabaron las históricas protestas multitudinarias que llevaron a más de un millar de personas a la cárcel.
Al mismo tiempo, se produjeron otras protestas masivas en el pueblo de Caibarién, en Villa Clara, y varios usuarios reportaron en las redes sociales que en muy breve tiempo se restableció el servicio eléctrico en este asentamiento de la región central de la isla.
“No llegamos ni a 10 minutos de decir y de gritar que pusieran la corriente, pinga, y pusieron la corriente”, declara una ciudadana en un video difundido por el periodista y activista José Raúl Gallego. “Sí mandaron a las brigadas. Al parque de La Güira la mandaron”, informó la mujer, como prueba del accionar de la policía.
En otro video difundido en Facebook por Vilma Albuerne Noa sobre las protestas en Caibarién declara que “señal de que las manifestaciones están cumpliendo su objetivo” y confirma la premura de las autoridades en calmar las protestas cumpliendo las demandas. En las imágenes apenas se distingue nada: una gran oscuridad donde algunas luces de teléfonos móviles flashean, pero se escucha con claridad que un gran número de personas gritan reiteradamente a coro: “¡Pongan la corriente, pinga!”.
Estas protestas suceden a poco más de una semana del estallido en Los Palacios, Pinar del Río, sucedido durante la noche del 14 de julio y la madrugada del 15, lo que provocó declaraciones oficiales de las autoridades locales, que insistieron en haber escuchado al pueblo y haberlo “abrazado”.