Las protestas de ayer en Trinidad, Manicaragua y Encrucijada fueron documentadas en Facebook por el activista cubano Saul Manuel.
La falta de agua y electricidad parece haber sido el detonante de las protestas
La crisis que azota al centro de Cuba, particularmente en territorios como Trinidad, Manicaragua y Encrucijada, ha llevado a sus habitantes al borde de la desesperación. Testimonios de residentes en esos municipios del Centro de Cuba, reflejan la angustia y el agotamiento por la falta de servicios básicos, un problema que ha persistido y empeorado en los últimos meses.
Trinidad
La ciudad de Trinidad, en la provincia de Sancti Spíritus, ha enfrentado serios problemas con el abastecimiento de agua en los últimos años, motivo por el cual la desesperación parece haberse acumulado entre sus pobladores.
Según un artículo de Escambray publicado en abril de 2024, la mayoría de las áreas urbanas no reciben agua a través de las redes debido a la sequía y a la rotura de los equipos de bombeo; una situación ha llevado a que muchos residentes dependan de la compra de pipas de agua, lo que representa un gasto adicional y una carga para las familias
Dos meses después, otro artículo aparecido en el Escambray informó sobre la instalación de nuevos equipos de bombeo en Trinidad con el objetivo de mejorar el suministro de agua.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la situación no ha mejorado significativamente, y la población continúa enfrentando dificultades para acceder al agua potable; y no es un problema de este año, es un problema que se ha venido acumulando con el transcurso de los años, y que reflejan las condiciones adversas que contribuyen a la escasez de servicios básicos en la zona.
En el año 2022, casi uno de cada cuatro habitantes de Sancti Spiritus sufre escasez de agua potable, según reflejaba otro artículo publicado por el Escambray ese año, que daba cuenta de cómo más de 105,000 habitantes de Sancti Spíritus, Cuba, enfrentan escasez de agua potable por la baja capacidad de las presas, roturas de equipos de bombeo y otros problemas tecnológicos.
La cifra de afectados representa casi un cuarto de la población de la provincia, y en la capital, 33,980 personas sufren la reducción de horarios de entrega o dependen de cisternas. Además, las limitaciones afectan a otros 71,500 residentes.
La rotura de equipos de bombeo y la falta de inversiones sostenidas ha llevado a una crisis en el suministro de agua en Trinidad, afectando gravemente la calidad de vida de sus habitantes; pero a este problema se suma la falta de fluido eléctrico que durante meses ha afectado a todo el país.
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Ambas cosas y otras muchas más, parecen haber sido el detonante de una protesta ayer.
Según Hortensia, ella recibió en el día de ayer una llamada de su hijo para hacerle saber que «la gente estaba en la calle.»
«Es un abuso, una tortura psicológica lo que tienen. Hace tres meses que ni agua les ponen. Todo el mundo vive comprando pipas.”
Marta, residente en Trinidad también, dijo a Cuballama Noticias que «cada noche parece una pesadilla sin fin».
«Tres meses sin agua en nuestras tuberías y el esfuerzo diario para conseguir una pipa es agotador,” dijo vía telefónica.
Manicaragua
En Manicaragua, Pedro, un joven de 28 años, describe que la gente salió a la calle a protestar porque ya no queda otra.
«No se puede vivir así, compadre, sin agua, sin luz y sin respuestas del gobierno.”
Otro testimonio, de un vecino del joven, este de avanzada edad, destaca el sufrimiento personal y la angustia de los más vulnerables:
“Aquí estoy yo, aún sin corriente, Tirado en un sofá. Ni ganas dan de salir a la calle. Mi día a día es una lucha constante contra la impotencia y la desesperanza.”
Encrucijada
Desde Encrucijada, Rosa, una madre de dos niños, se une al clamor de los ciudadanos:
“Llevo semanas tratando de mantener a mis hijos con lo poco que hay que no se puede ni congelar. La electricidad va y viene; más se va que viene, porque cuando viene es si acaso 4 horas. Salimos a protestar porque las protestas son la única manera de que nos escuchen. Cuando protestamos nos ponen la luz, pero a veces ni así. O la ponen una hora y cuando todo el mundo se recoge, la vuelven a quitar.
Ambos municipios, situados en la provincia de Villa Clara, no han documentado en los últimos dos meses problemas específicos con el suministro de agua.
Sin embargo, de modo general, la provincia de Villa Clara, donde se ubican ambos municipios, ha enfrentado dificultades en el abastecimiento de agua debido a los mismos problemas que en Trinidad, Sancti Spíritus: roturas en equipos de bombeo y deterioro de las redes hidráulicas.
En enero de 2023, más de 98.000 habitantes de Villa Clara, incluyendo municipios como Camajuaní, Santa Clara, Ranchuelo y Manicaragua, se vieron afectados por la falta de agua, recibiendo el líquido mediante carros cisterna según la disponibilidad de combustible. En agosto de ese propio año, más de 30.000 personas en la provincia sufrieron la falta de agua debido a daños en redes, conductoras y equipos de bombeo, afectando localidades como Mataguá, La Yaya y Jorobada, en el municipio de Manicaragua.
El municipio villaclareño que sí ha reportado problemas con el agua en los últimos dos meses es Caibarién, donde «curiosamente» no salió nadie a protestar ayer, según el testimonio de Alexander, un colaborador ocasional de este redactor.
Desde mediados de agosto de 2024, los residentes de Caibarién han experimentado interrupciones prolongadas en el servicio, llegando a estar más de 25 días sin acceso al agua corriente. Las autoridades locales atribuyen la situación a múltiples averías en los equipos de bombeo y a los problemas eléctricos derivados de la interrupción del servicio que les permite poner en marcha las bombas generadoras.
En Septiembre de este año, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villa Clara reconoció la gravedad del problema, el cual dijo afecta a aproximadamente 34.780 habitantes, incluyendo un hospital y otros centros esenciales. Como medida temporal, el gobierno implementó la venta de agua embotellada a través de las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD), ofreciendo galones de cinco litros a 85 pesos cubanos mediante la libreta de racionamiento; una decisión que generó críticas entre los residentes, quienes consideraron que el agua debería distribuirse de forma gratuita dada la emergencia.
A pesar de los «esfuerzos» en todo el país por restablecer el servicio eléctrico y el suministro de agua, la agobiante situación persiste, y la crisis ha generado un malestar significativo entre los habitantes de todo el país.
Ayer fueron Trinidad, Encrucijada y Manicaragua, pero mañana serán Bayamo y Santiago de Cuba; pasado, quién sabe, será otro 11 de julio de 2021.