Estudiantes “becados” de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte y Loynaz” protagonizaron ayer multitudinarias protestas en el campus luego de permanecer más de 10 horas sin luz ni servicio de agua, y sobre las 7:00 PM de la noche comenzaron a corear porque restablecieran estos servicios según se aprecia en las grabaciones que circularon en las redes sociales.
Los videos de la Universidad de Camagüey revelan numerosos estudiantes en los balcones de los edificios y en otros espacios de la institución, congregados masivamente y gritando “Oye, pongan la corriente, pinga”, frase que de inmediato se viralizó en las redes sociales y fue replicada por numerosos usuarios que aseguraron que los estudiantes no estaban solos en su manifestación. Muchos advirtieron además de las autoridades policiales cubanas que se abstuvieran de tocarlos.
El apagón estaba programado por la Empresa Eléctrica, pero parece haberse extendido por otras roturas en circuitos, que terminaron sumiendo a los estudiantes en la desesperación que los llevó a estallar en protestas localizadas, según la oficial revista Alma Mater, en la sede Agramonte.
Unas tres horas después, sobre las 11:00 pm, las autoridades del centro, encabezadas por el vircerrector Julio Madera Quintana, y funcionarios de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), accedieron a dialogar con los manifestantes, y en poco tiempo se restablecieron los servicios de electricidad y abasto de agua.
Varios de los manifestantes declararon que “es una falta de respeto que nosotros los estudiantes becados tengamos que acudir a otros lugares fuera de la residencia para poder bañarnos o simplemente lavarnos la boca porque no tenemos agua para poder hacer lo cotidiano. Perdemos el tiempo y el tiempo perdido es oro, tiempo en el que no podemos estudiar”.
Ante acusaciones de partidarios del gobierno de que las protestas eran “contrarrevolucionarias”, otro estudiante reclamó que solo se estaba “pidiendo vivir con más dignidad. Yo soy testigo de las 15 horas sin corriente y los días sin agua, hoy incluso ni para tomar”
Según un inusualmente rápido reporte de Alma Mater, la protesta “se produjo con la finalidad de realizar reclamos ante problemáticas en la infraestructura y condiciones desfavorables en la residencia estudiantil” y luego se especificó que estaba relacionada “con reiteradas afectaciones al servicio eléctrico y la falta de agua. Al momento del hecho los estudiantes llevaban un tiempo sin corriente en la instalación”, sin precisar que se trataba de más de 10 horas sin servicio.
Luego la publicación anunció que la universidad “está en calma” y se publicaron en las redes varias fotos de los espacios públicos de la casa de altos estudios donde ya no se apreciaban disturbios ni concentraciones.
