Las mejoras en el aire acondicionado de la Terminal 3 del Aeropuerto José Martí, son parciales, reconoce el Ministro de Transporte de Cuba
Para los viajeros internacionales, nacionales y los de doble nacionalidad que viajan desde y hacia Cuba, usando los servicios de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, han encontrado en los últimos meses dos verdaderos escollos: el calor y los aduaneros.
De estos últimos se ha hablado hasta la saciedad, con todo lo que piden, quitan, decomisan y se corrompen; como también se ha hablado de otra «rotura»: la de su sistema central de Aire Acondicionado.
Viajar a Cuba en agosto, con esos perros calores y apagones ha sido angustiante para muchos. Para aquellos que han tenido que usar la Terminal 3, cualquier demora se ha convertido en una especie de viaje express a cualquiera de los círculos de la Divina Comedia de Dante.
Sin embargo, la situación «ha mejorado algo»; o como informó eufemísticamente el Ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila: ha presentado avances significativos en los últimos meses.
Sin embargo, aunque el Ministro reconoció «el avance», reconoció también que aunque el sistema principal ha sido reparado y se ha restablecido la estabilidad en áreas de mayor confluencia de pasajeros, algunas zonas críticas del aeropuerto aún enfrentan problemas con la climatización. Específicamente aquellos sectores como los pasillos hacia la zona de inmigración y las áreas posteriores a la aduana, donde las temperaturas no son las óptimas para garantizar el confort de los pasajeros.
El sistema central de aire acondicionado, conocido como “chiller”, fue reparado y ha logrado restablecer la climatización en varias salas de la terminal. No obstante, las autoridades han informado que se están realizando gestiones para adquirir equipos de mayor capacidad que permitan llevar el clima de la terminal a los estándares de confort originales. Asimismo, se espera que en las próximas semanas se complete la instalación de los dos equipos de aire pendientes y se inicie la restauración de un segundo “chiller” que mejorará aún más la situación.
Desde mayo de 2024, cuando comenzaron las reparaciones tras numerosas quejas por las altas temperaturas en el aeropuerto, se han instalado ocho de los diez equipos de aire acondicionado alternativo tipo “rooftop”, que han permitido una mejoría notable en áreas como las salas de última espera, inmigración y llegadas.
La Corporación de la Aviación Cubana (CACSA) se comprometió a continuar con las gestiones para mejorar la infraestructura de la terminal. A pesar de los esfuerzos realizados, muchos pasajeros siguen experimentando incomodidades durante su paso por las instalaciones, una situación que ha sido motivo de preocupación para los viajeros y trabajadores del aeropuerto.
El problema de la climatización en la Terminal 3 ha sido una fuente constante de críticas desde principios de año. En julio, el director del aeropuerto, Irán Cueto Carmona, aseguró que estaban trabajando activamente para solucionar el problema. Aunque algunas áreas han mostrado avances, las autoridades han admitido que la solución es parcial y que se necesitan más recursos para lograr una experiencia completamente satisfactoria.
Para aquellos que se van, no importa, ellos están más que conscientes del infierno que dejaron detrás.
Sin embargo, el problema es para los que llegan, que con ese recibimiento, y lo que les espera una vez que pasen ese umbral caluroso de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí, tal vez no quieran volver a venir nunca más, porque entre Aduana y Calor, a cualquiera le da un sofocón.
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