El ministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, aseguró este viernes que “se aceleran las acciones para atenuar en los próximos días las altas temperaturas” y elevar “gradualmente” la capacidad de enfriamiento del sistema de aire acondicionado del Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana, en especial de su Terminal 3.
Tras visitar el jueves las instalaciones del principal aeropuerto de la isla, en donde varias áreas han estado sin climatización por “afectaciones” desde mediados de mayo pasado, el titular reconoció que el impacto que tiene lo que sucede allí es “muy grave”, por lo que es “una prioridad” para las autoridades.
Después de “varias semanas” en las que “se han estado buscando alternativas”, “se avanza en una solución inmediata”, pero “intermedia”, ya que “no va a ser la definitiva”, apuntó sobre un asunto que deja muy mal parado al país como destino turístico.
Sin precisar la fecha exacta, el funcionario admitió que ha habido dificultades para adquirir los recursos para la reparación inmediata del sistema, pese a que diferentes entidades y organismos estatales trabajan “sin descanso” para resolver el problema.
En palabras de Rodríguez Dávila, como parte del proceso de mejoras, que incluye la ampliación de de áreas y la reparación de las esteras y que se desarrolla desde hace varios años en el aeropuerto, se hacen “inversiones de mayor alcance” para aumentar la capacidad, la estabilidad y la confiabilidad de un sistema de aire acondicionado que requiere “una modernización integral”.
En el último mes y medio, en el que las temperaturas en la capital cubana han sido extremadamente altas, la falta de aire acondicionado en la principal puerta de entrada aérea al país ha generado un creciente malestar entre pasajeros y empleados.
La sensación de caos y de desorganización por el déficit de climatización ha puesto de manifiesto los problemas más profundos en la gestión y la infraestructura del punto de entrada aéreo más importante de Cuba.