La reciente entrevista de Ignacio Ramonet a Miguel Díaz-Canel ha desatado una ola de críticas entre varios periodistas en la provincia de Cienfuegos, algunos de los cuáles tienen ya varias millas recorridas en el ejercicio de la profesión, según reveló bajo anonimato a este redactor una fuente vinculada al sector en la sureña provincia.
Según la fuente, en el Telecentro de Cienfuegos «no había un alma» que estuviera de acuerdo con lo visto; especialmente por el tono en que fue llevada a la misma. Para muchos, fue un ejercicio de propaganda más que una entrevista periodística seria.
Periodistas locales, entre los que se mencionaron nombres muy conocidos en el territorio, expresaban en los pasillos su descontento, debido a la falta de preguntas críticas y la evidente intención de pintar una imagen favorable del mandatario en medio de la profunda crisis que atraviesa el país.
La situación se vivió también en la redacción del 5 de Septiembre, lugar en el que la fuente estuvo también «indagando» por la opinión de sus colegas. Varios de ellos le expresaron a nuestra fuente que, en primer lugar, debió ser un cubano y no Ramonet, quien hubiese entrevistado a Díaz-Canel, pues – alegaron – Ramonet es incapaz de hacer «preguntas sobre temas críticos», tales como la escasez de alimentos y medicinas, los apagones constantes, la inflación descontrolada y el éxodo masivo de jóvenes. Aunque reconocieron que el tema de los apagones sí se abordó, según ellos Ramonet lució complaciente y no crítico.
La propia fuente «confesó» sentirse decepcionado de Ramonet, de quien dijo sí conoce la realidad cubana, pues desde hace un tiempo está vinculado sentimentalmente a una cubana, identificada como Sandra Sarmiento.
«Cuando lo dije, se quedaron boquiabiertos», dijo vía telefónica.
La fuente mencionó el nombre de un periodista veterano, quien calificó de «farsa diseñada para desviar la atención de los problemas internos del país», la entrevista, y quien confesó que «a estas alturas – ya se encuentra en trámites de retiro presuntamente – para uno creer en el periodismo, tiene que ser independiente» y negó que cualquier periodista residente en la isla, cubano o extranjero, pudiera poner en aprietos a Díaz-Canel.
«No porque Díaz-Canel sea convincente, sino por temor a represalias,» señaló.
De la conversación con la fuente se extrae una conclusión a modo de moraleja: ya ni los propios periodistas – al menos los de estos dos lugares en Cienfuegos – se creen los cuentos de Díaz-Canel o los del periodismo revolucionario del que tanto hablan.
Eso sí: TODOS escriben o reproducen loas en sus respectivos momentos. Ya sea en el diario o ante las cámaras del noticiero.
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