Diana Rosa Cervantes Mejías podría ser la primera víctima de la violencia machista en Cuba en el 2024
Ni las bajas temperaturas este comienzo de año han podido frenar la violencia en dos lugares muy vinculados a la comunidad cubana: en Miami y en la Cuba
El comienzo del año 2024 en Miami y Cuba no solo ha estado marcado por temperaturas inusualmente bajas, sino también por alarmantes incidentes de violencia que han sacudido a la comunidad cubana residente en las llamadas «dos orillas». A pesar del frío, que usualmente se espera que mitigue las actividades al aire libre, casos particulares han puesto en evidencia que la violencia no reconoce de climas ni festividades, ni países.
El Instituto de Meteorología de Cuba ha informado desde el 31 de diciembre que en algunas localidades del interior y sur de la mitad occidental se han estado registrando temperaturas mínimas entre siete y 10 grados Celsius; con reportes particularmente notorios en nueve estaciones meteorológicas, con uno de los valores más bajos en Bainoa (Mayabeque), con 7,4 grados Celsius; y temperaturas de entre 10 y 13 grados Celsius en 11 estaciones en las provincias de La Habana, en Melena del Sur, Artemisa, Pinar del Río, Matanzas, Sancti Spíritus, Villa Clara, Cienfuegos y el municipio especial de Isla de la Juventud.
Sin embargo, en la propia provincia de Mayabeque hubo un suceso escalofriante el pasado 31 de diciembre, cuando un cubano que según fuentes «siempre anda borracho y empastillado», macheteó – otras fuentes dicen que apuñaló – a una mujer, en una fiesta, para robarle.
La mujer escapó de la muerte, aunque se encuentra hospitalizada en San José de las Lajas.
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Su suerte no pudo ser compartida por una joven identificada como Diana Rosa Cervantes Mejías, quien presuntamente fue asesinada por su pareja, el pasado 1ro de enero. El agresor, se presume, ultimó a la joven a batazos, luego de encerrarse en el cuarto con ella.
El hecho ocurrió en el reparto Edén, en la provincia de Camagüey, y Diana Rosa dejó un hijo pequeño, huérfano.
Aparentemente los celos fueron el móvil del crimen. El agresor, luego de ultimarla, se entregó a la policía.
Mientras en Cuba apenas se conoce de este hecho, por todo el silencio de los medios oficiales relacionados con los casos que involucran los feminicidios, la situación de violencia no fue muy diferente en Miami.
En un perturbador suceso en la madrugada del Año Nuevo, Henson Manzo, un cubano de 43 años, fue arrestado tras irrumpir en el apartamento de su nieta en la Avenida 22 del Noroeste, cerca del bloque 3100. Armado con un machete, Manzo amenazó tanto a su nieta como a su novio en un incidente que escaló rápidamente.
La policía de Miami, alertada por una llamada de emergencia, llegó al lugar alrededor de las 3 de la madrugada y encontró a Manzo caminando por las escaleras traseras del edificio, con un machete, que abandonó de inmediato en el suelo. La nieta de Manzo relató cómo su abuelo, al no recibir respuesta en la puerta, comenzó a golpearla violentamente hasta abrirla y luego intentó atacar al novio de la joven machete en mano.
Manzo fue detenido y se encuentra en el Centro Correccional Turner Guilford Knight sin derecho a fianza, a la espera de las investigaciones correspondientes. Este evento refleja no solo la naturaleza impredecible de la violencia doméstica, sino también cómo estas situaciones pueden escalar rápidamente a escenarios de peligro mortal.
En otro incidente preocupante, Vidal Lazo, un bombero de 47 años de Southwest Ranches, enfrenta cargos de negligencia infantil y otros delitos tras un grave accidente vial en Bird Road el 21 de diciembre. Este accidente resultó en lesiones graves para su hija de 3 años y la muerte de otra persona.
Lazo, quien manejaba bajo la influencia de opiáceos y metanfetaminas, fue presentado ante un tribunal en silla de ruedas debido a una fractura en la espalda. La hija de Lazo, gravemente herida, sigue en cuidados intensivos, mientras que el Departamento de Niños y Familias de Florida está investigando el caso.
Estos incidentes, ocurridos en el contexto de un inicio de año frío y aparentemente tranquilo, resaltan una preocupante tendencia en Miami: la violencia y la imprudencia continúan siendo problemas críticos, independientemente de la época del año.
