Una persona murió y otras dos resultaron heridas el martes, cuando una lancha de las Tropas Guardafronteras de Cuba colisionó contra otra embarcación que llevaba una veintena de migrantes a bordo.
El suceso ocurrió en horas de la tarde del día 1ro. de marzo, luego de que la guardia fronteriza cubana detectaran una operación de salida ilegal en la costa norte de Cayo Coco, en la central provincia de Ciego de Ávila, informó el Ministerio del Interior (Minint).
Una tripulación de las Tropas Guardafronteras persiguió a la lancha rápida y la interceptó a unas 11 millas de Cayo Coco, “dentro de las aguas territoriales cubanas”, aseguran las autoridades.
Según la nota del Minint, la la lancha con migrantes se había detenido aparentemente por presentar problemas técnicos y los pasajeros comenzaron a lanzarse al mar, “por lo que la tripulación del medio naval cubano acometió de inmediato acciones de salvamento”.
Entre tanto, la lancha rápida reanudó la marcha y posteriormente se produjo la colisión entre ambos navíos, lo que provocó lesiones a tres personas que viajaban en la primera, una de las cuales falleció durante el regreso hacia tierra firme.
El texto difundido por las autoridades cubanas detalla que fueron rescatados en el mar 21 emigrantes irregulares, cuatro mujeres y 17 hombres.
Asimismo, añade que autoridades competentes realizan una investigación para esclarecer lo ocurrido, al tiempo que advierte del incremento en las últimas semanas “de hechos con empleo de violencia por parte de traficantes internacionales de personas”, que ponen en riesgo “la integridad física tanto de los emigrantes irregulares como de los combatientes del Ministerio del Interior”, sin ofrecer información sobre tales sucesos.
Recientemente el activista opositor Oscar Casanella publicó en redes sociales que el 26 de febrero se produjo un intento de salida ilegal de oficiales del Minint en una base náutica ubicada en el Río Almendares, en La Habana.
Según explicó, los oficiales implicados en la fuga ofrecieron café con un somnífero al policía que custodia la base, y luego “lo desarmaron y golpearon con el cabo de un arma en la cabeza para robarse una embarcación con el objetivo de abandonar el país”.
Pero los asaltantes, entre los que se encuentran supuestamente un oficial del DTI y un jefe de sector de la policía del Municipio Playa, no lograron huir porque los pescadores quitan piezas a los motores de los navíos que permanecen atracados en puertos para evitar robos.
Casanella asegura que la noticia le llegó a través de una fuente “muy confiable”, aunque no pudo verificar los hechos.
