Mientras cientos de cubanos se desesperan y decepcionan, se desguazan en las redes y esperan por la lucecita que tanto ha pedido Arnaldo «Talismán» Rodríguez que no se apague, otros cientos, miles, continúan escapando de Cuba, sin importarles la Revista Alma Mater, su destituido director Armando Senén Franco, y cualquier otra cosa que «de arriba» provenga.
Los cubanos parecen haberse cansado de tanta trova oficialista, tanta vaselina partidista, y ni les importa lo que diga – a excepción de los silviófolos – Silvio Rodríguez.
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Mientras muchos creen y hasta pudieran afirmar que el gran drama cubano en estos momentos es lo sucedido en la Revista Alma Mater, a quien presuntamente la UJC le ha endilgado un director interino «Feliciano» en toda la extensión de la palabra – y cuadro con todas las de la ley – cientos de cubanos deambulan por Centroamérica; algunos son detenidos junto a sus coyotes, en Honduras o México. Otros, los más desfavorecidos, parecen haberse desaparecido en el mar.
Ese es el caso de trece de ellos, a quienes sus familiares lloran, ante la incertidumbre de saber si están vivos o están muertos.
Los balseros cubanos salieron rumbo norte el pasado 14 de abril desde Santa Cruz del Norte, en la provincia de Mayabeque. Viajaban en una embarcación rústica, a la cual le adaptaron un motor y una vela.
Hasta ahora se encuentran en paradero desconocido. El grupo, todos hombres jóvenes, residen en el municipio San José de las Lajas.
“Les pedimos a todas las autoridades de los Cayos, de cualquier país, que si saben algo nos informen a los familiares”, suplicó la tía de uno de los balseros cubanos, en declaraciones recogidas por el canal de noticias de Miami, Univisión 23.
«Estamos desesperados, destrozados, no sabemos nada, ni una noticia ni nada, si están en el barco ‘madre’, si están en Bahamas, si están en alguna isla», dijo la madre de unos balseros al borde del llano.
No son estos los únicos balseros cubanos desaparecidos recientemente. Todavía se desconoce el paradero del joven cubano Yenry Montufar Rodríguez, quien también salió de la isla el pasado 14 de abril.
Tal parece que la fecha no fue pródiga para la navegación en alta mar, porque ese mismo día salieron once jóvenes, rumbo a los cayos de la Florida, y hasta el momento tampoco se tiene noticias de ellos.
Ninguno de los familiares de todos esos balseros cubanos conoce si sus seres queridos están entre los 84 84 balseros cubanos interceptados cerca de los cayos de Florida y repatriados ayer por la Guardia Costera de los EE.UU. El comunicado de la Guardia Costera no precisa cuántos balseros fueron detenidos en cada embarcación ni sus generales que tanto le servirían a los familiares para poder descansar tranquilamente.
La Guardia Costera de Estados Unidos (USCG) apenas se limitó a decir que los balseros devueltos a Cuba este miércoles fueron rescatados en cinco travesías diferentes entre el 17 y el 19 de abril pasados. El primer grupo fue interceptado el 17 de abril, aproximadamente a las 3:30 de la tarde, a unas 7 millas al sur de Boot Key. El segundo ese mismo día, dos horas más tarde, a unas 23 millas al suroeste de Cay Sal, en Bahamas. El tercero, fue rescatado un día después, aproximadamente a las 9 de la mañana, a unas 17 millas al sur de Marathon. El cuarto, ese mismo día, 18 de abril, aproximadamente a las 12:30 del mediodía, a unas 52 millas al suroeste del mismo cayo; y el quinto, un día después, el 19 de abril, a las 3:30 de la tarde, a unas 44 millas al sur de Cayo Marathon también.
Desde que comenzó el año fiscal 2022, el pasado 1 de octubre, han sido interceptados 1,446 cubanos en alta mar. La cifra supera con creces los 838 de todo el año fiscal anterior, y debe igualar en las próximas horas, a no dudarlo, los 1,468 balseros cubanos capturados en el 2017.
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