Una encuesta reciente de Gallup ha arrojado luz sobre cómo los estadounidenses ven la seguridad de las ciudades de todo el país. Mientras que Dallas y Boston lideran el grupo, con el 74% y el 72% de los estadounidenses considerándolos seguros para vivir o visitarlos, Miami está emergiendo como un centro urbano seguro.
Si bien Dallas y Boston pueden captar los titulares como las ciudades más seguras de Estados Unidos, Miami merece atención por su historial de seguridad mejorado. Tanto el acuerdo bipartidista como una tendencia ascendente en la opinión pública significan que es cada vez más vista como un lugar seguro para vivir o visitar.
Según la encuesta Gallup, el 59% de los estadounidenses perciben ahora a Miami como una ciudad segura. Sorprendentemente, esta es la primera vez que Miami obtiene un reconocimiento mayoritario por su seguridad. Una comparación con datos anteriores indica que sólo el 17% de los estadounidenses consideraba que Miami era segura en 1990.
Curiosamente, a diferencia de otras ciudades donde el partidismo juega un papel importante en la percepción de seguridad, tanto los demócratas como los republicanos consideran que Miami es segura. Esto convierte a Miami en una de las pocas ciudades, junto con Dallas, donde las divisiones partidistas no crean una brecha significativa en las calificaciones de seguridad.
Además de Miami, Nueva Orleans, Los Ángeles y Washington, D.C. han experimentado un crecimiento significativo en sus índices de seguridad en comparación con 2006. Por el contrario, ciudades como Chicago, San Francisco, Minneapolis y Seattle han sido testigos de una disminución en la percepción de seguridad en los últimos años. el mismo período.
Según el alcalde Francis X. Suárez, la clave para enfrentar el problema creciente de la delincuencia radica en el financiamiento adecuado para la policía y la responsabilidad individual. Está convencido de que las ciudades que han invertido en sus fuerzas de seguridad han experimentado una disminución en la delincuencia, mientras que aquellas que han reducido la financiación han visto un aumento. Para Suárez, la ola recurrente de crimen y disturbios en EE. UU. es inexcusable, y su enfoque se centra en invertir en la policía y promover la responsabilidad individual como solución a largo plazo.
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