Según datos oficiales, los cubanos ocupan el tercer lugar en solicitudes de asilo en México, con un total de 10,190 procesos registrados en Tapachula hasta finales de agosto.
Cubanos, haitianos y hondureños representan alrededor del 80% de las solicitudes de asilo en Tapachula
México está experimentando un aumento sin precedentes en las solicitudes de asilo, y se espera que la cifra llegue a 150.000 para fin de año, según Andrés Ramírez Silva, director de la Agencia para los Refugiados de México. Se trata de un aumento significativo con respecto al récord anterior de 129.000 establecido en 2021, señala la agencia AP.
Ya en agosto, la agencia había recibido 100.000 solicitudes, lo que supone un aumento del 25% en comparación con el mismo período del año pasado. Más de la mitad de estas solicitudes se presentaron en la frontera de México con Guatemala.
Ramírez Silva señaló que cubanos, haitianos y hondureños representan alrededor del 80% de las solicitudes de asilo en Tapachula, y dijo que la agencia ha solicitado recursos adicionales al gobierno federal para hacer frente a la escalada de la situación.
El aumento de las cifras y la presión sobre los recursos resaltan la urgente necesidad de soluciones integrales de inmigración, no sólo en México sino en toda la región. La afluencia de inmigrantes está ejerciendo una inmensa presión sobre el sistema de asilo, lo que ha provocado escenas caóticas en las oficinas de las agencias.
La situación es particularmente grave en Tapachula, donde la agencia recibe alrededor de 2.000 solicitudes de asilo diariamente.
AP entrevistó a dos de los solicitantes de asilo: los cubanos Mikel Pérez y Daniela González. Pérez, que aspira a llegar a Estados Unidos, relató las duras condiciones que enfrentan los migrantes mientras esperan, incluidos desmayos por el calor y la mala alimentación. González, que viajaba con su familia, salió de Cuba por dificultades económicas y también busca regularizar su situación, señala AP.
La situación en Tapachula
En la primera semana de septiembre, se informó de que más de 20,000 migrantes cubanos habían llegado a Tapachula, una ciudad fronteriza en México, en busca de asilo político en Estados Unidos. Estos migrantes están en espera de realizar trámites en diversas instituciones mexicanas y de obtener citas a través de la aplicación CBP One.
Muchos de ellos habían pagado grandes sumas a coyotes para ser transportados hasta México – desde Nicaragua, fundamentalmente – y están buscando empleo mientras regularizan su situación migratoria.
Según datos oficiales, los cubanos ocupan el tercer lugar en solicitudes de asilo en México, con un total de 10,190 procesos registrados en Tapachula hasta finales de agosto.
La situación resalta la complejidad del problema migratorio, que sigue siendo un desafío tanto para México como para Estados Unidos, especialmente en el contexto de las dificultades económicas y la falta de recursos en Cuba.
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La situación en Panamá
La agencia AP señala que el aumento del número de migrantes no se limita a México, y señala que también las autoridades panameñas han informado de un número récord de migrantes que cruzan el Tapón del Darién a lo largo de su frontera con Colombia.
En respuesta a eso, el Gobierno de Panamá ha implementado nuevas medidas para combatir la migración y el cruce ilegal a través de la Selva del Darién. Estas medidas, que entraron en vigor desde el pasado 11 de septiembre de 2023, incluyen un aumento en la solvencia económica requerida para ingresar al país y una reducción en el tiempo de estancia permitido.
A partir del 11 de septiembre de 2023, los viajeros que ingresen a Panamá deberán demostrar una solvencia económica de al menos 1,000 dólares, un aumento significativo desde los 500 dólares anteriores. Además, el tiempo de estancia permitido se ha reducido de 90 días a solo 15 días. Estas regulaciones variarán según el perfil del turista, determinado tras una entrevista con agentes migratorios.
La iniciativa busca controlar el flujo masivo de migrantes, especialmente aquellos en ruta hacia Estados Unidos.
Desde 2010, el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá ha estado monitoreando el flujo migratorio a través de la Selva del Darién. En los primeros nueve meses de 2021, se registraron 91,300 personas migrantes en esta ruta, la mayoría de origen haitiano. La situación se ha declarado como un problema de Seguridad Nacional, y ha llevado al gobierno a tomar medidas más estrictas.
El objetivo principal de estas medidas es combatir el flujo masivo de migrantes que cruzan Panamá en su camino hacia Estados Unidos. Desde enero hasta agosto de 2023, aproximadamente 352,000 migrantes ingresaron a Panamá de manera irregular. El gobierno también ha intensificado las deportaciones y está construyendo infraestructuras cerca de comunidades afectadas por la migración irregular.
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