El doctor Eduardo Rodríguez, un médico cubanoamericano nacido en Miami, dirigió por primera vez un trasplante parcial de rostro con un ojo completo, una cirugía que duró 21 horas y contó con un equipo de 140 profesionales médicos.
Así lo reveló el canal de noticias Telemundo.
La operación se realizó en el veterano de guerra Aaron James, quien sufrió una descarga eléctrica que lo electrocutó y que terminó desfigurándole la mitad de la cara, provocándole daños en el ojo y brazo izquierdos.
Los médicos inicialmente pensaron que no sobreviviría, pero Rodríguez propuso el innovador trasplante facial, y el resultado se está dando a conocer ahora.
El portal La Voz de Galicia señala en una nota que la operación «le ha cambiado la vida de Aaron James», un veterano de guerra de 46 años de Arkansas.
El accidente ocurrió en junio del año 2021. James trabajaba como liniero de alto voltaje cuando, su rostro rozó un cable con corriente y recibió una descarga eléctrica de 7.200 voltios.
Además del daño y pérdida de su ojo izquierdo, y el daño en su brazo izquierdo, también recibió daños en «toda su nariz y labios, dientes frontales, un área de la mejilla izquierda y barbilla hasta el hueso», indica el medio español.
La transformación de su vida comenzaría el pasado 27 de mayo, cuando el equipo quirúrgico de NYU Langone Health «realizó una cirugía que incluyó el trasplante de todo el ojo izquierdo y una parte de la cara de un único donante, lo que lo convierte en el primer trasplante de un ojo humano en la historia de la medicina y el único caso de trasplante combinado exitoso de este tipo.»
«Este paciente se sometió a un trasplante de parte de la cara, que incluye la nariz, los párpados superior e inferior izquierdos, la ceja izquierda, los labios superior e inferior y los segmentos óseos subyacentes del cráneo, las mejillas, la nariz y el mentón, con todos los tejidos debajo del ojo derecho, incluidos los músculos, vasos sanguíneos y músculos subyacentes y nervios,» añade el portal.
«El mero hecho de que hayamos logrado el primer trasplante exitoso de un ojo completo con cara es una hazaña tremenda que muchos habían pensado durante mucho tiempo que no era posible», añadió el Dr. cubanoamericano Eduardo Rodríguez, nacido y criado en Miami, descendiente de primera generación de cubanos.
«Hemos dado un gran paso adelante y hemos allanado el camino para el próximo capítulo de restauración de la visión», aseguró el doctor Rodríguez.
Leonard Achan, presidente de LiveOnNY, la organización de obtención de órganos para el área metropolitana de Nueva York, detalló por su parte que «el héroe donante era un joven de unos 30 años que provenía de una familia que apoya firmemente la donación de órganos. Él, con el apoyo de su familia, donó generosamente tejidos que condujeron a este exitoso trasplante de rostro y ojos, pero también salvó a otras tres personas de entre 20 y 70 años, donando sus riñones, hígado y páncreas».
La Voz de Galicia, citando al NYU Langone Health señala que «aunque los trasplantes de córnea se han vuelto relativamente comunes, los trasplantes exitosos de todo el ojo para restaurar la visión siguen siendo difíciles de alcanzar debido a la naturaleza compleja del ojo y los desafíos asociados con la regeneración nerviosa o el rechazo inmunológico.»
Y añade:
«El ojo humano está intrincadamente conectado con el cerebro a través del nervio óptico, parte del sistema nervioso central y responsable de transmitir información visual al cerebro. Restablecer estas conexiones nerviosas con éxito es un requisito fundamental para que un trasplante de ojo completo restablezca la visión y uno de los mayores desafíos. En el caso de Aaron, se combinó el ojo del donante con células madre adultas derivadas de la médula ósea del donante».
Los estudios muestran signos alentadores que no esperaban. Se trata de un hito y un gran avance para la medicina moderna.
Si James podrá o no recuperar la vista, es algo que todavía se desconoce, aunque se señala que, «desde el procedimiento de mayo de 2023, el ojo izquierdo trasplantado ha mostrado notables signos de salud, incluido el flujo sanguíneo directo a la retina, el área en la parte posterior del ojo que recibe luz y envía imágenes al cerebro».
Aún quedan muchas preguntas en un caso sin precedentes, que sentará sin dudas las bases para avances futuros en terapias visuales y campos médicos relacionados. Cinco meses después, los doctores vigilan la recuperación de la vista de James, que había perdido tras el accidente.
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