El reconocido actor cubano Mario Limonta, viudo de la también muy querida actriz Aurora Basnuevo dijo estar listo para regresar al trabajo luego de la reciente pérdida de su popular esposa y agradeció las muestras de cariño que ha recibido por parte del público.
Limonta conserva la pasión por el arte que lo llevó a posicionarse como uno de los grandes actores del país y según las declaraciones de su colega Hilario Peña, quien fuera a visitarlo en su casa, el artista de 86 años está listo para trabajar.
“Hoy visité a Mario y les agradece a todos sus mensajes. Y a los realizadores, el hombre está listo para trabajar”, escribió Hilario Peña en sus redes sociales junto con una imagen donde se le ve abrazar sonriente al querido artista, quien ofreciera el último adiós a su esposa el pasado 26 de septiembre.
Ambos artistas contrajeron nupcias en 1960, después de que ambos se conocieran en el programa La corte suprema del arte. Poco tiempo después y a lo largo de muchos años, los dos se convertirían en personas muy queridas por el público cubano, el cual les agradecía su entrega sin límites y las magistrales interpretaciones que harían en espacios estelares como San Nicolás del Peladero.
La relación sentimental de Mario Limonta y Aurora Basnuevo fue una de las más sólidas del medio artístico cubano. Sus aparentes conflictos de pareja eran la excusa perfecta de sus apariciones conjuntas en shows y programas dramatizados, donde los televidentes agradecían su presencia y reían con sus ocurrencias.
En una reciente aparición pública en redes sociales, los cubanos se alarmaron con el grado de deterioro que presentaban ambos, sobre todo la consagrada actriz. El cariño y el vínculo mutuo que ambos se profesaron no era difícil de percibir, incluso, en una época muy dura para Limonta, cuando fue diagnosticado con alcoholismo, su esposa y la actuación fueron pilares indispensables en su recuperación.
En agosto pasado, el actor Mario Limonta recibió el Premio Lucía de Honor, que entrega el Festival Internacional de Cine de Gibara, un galardón que compartió con su tocayo Mario Balmaseda. Aunque el público cubano ahora extrañará verlo en sus clásicas disputas con Aurora, seguramente muchos agradecerán volver a disfrutar de su presencia en el cine, el teatro o la televisión.
