Recientes lluvias torrenciales en La Habana han dejado una estela de destrucción, con un total de 28 derrumbes reportados en los municipios de Centro Habana, Diez de Octubre y Cerro. La situación ha alcanzado un punto crítico, donde 17 de estos incidentes fueron caídas parciales de techos y 11 se clasificaron como derrumbes de tipología 1, una categoría que aún no ha sido explicada detalladamente por las autoridades en las publicaciones que han hecho en redes sociales.
Además de los derrumbes, la comunidad de El Manguito en Habana del Este también ha sufrido daños significativos. Aquí, 36 casas han sido afectadas por las inundaciones causadas por el desbordamiento del río Cojímar. Las autoridades locales han informado sobre las labores de recuperación en curso, gestionadas por la Dirección Municipal de la Vivienda.
La intensidad de las lluvias quedó evidenciada por el registro de más de 100 milímetros de precipitaciones en solo 12 horas, entre la noche del martes y la mañana del miércoles. Este evento meteorológico también causó inundaciones en la carretera Monumental, paralizando el tráfico y atrapando vehículos.
Yanet Hernández Pérez, gobernadora de La Habana, destacó la rápida respuesta de las autoridades políticas y gubernamentales, presentes desde las primeras horas para asistir a los habitantes de las zonas más vulnerables de la ciudad. Además, el General de División Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, hizo hincapié en la importancia de mantener a la población informada sobre eventos meteorológicos, especialmente en el contexto del cambio climático.
El Instituto de Meteorología informó que se registraron chubascos, lluvias y tormentas eléctricas severas en la región occidental del país, particularmente en La Habana. Las estaciones del Instituto y los pluviómetros del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos reportaron acumulados significativos de lluvia en 16 localidades, con tres superando los 200 milímetros.
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En redes sociales, los habitantes de La Habana expresaron su preocupación y descontento, reflejando una clara insatisfacción con las medidas preventivas y de respuesta ante la crisis. Además, se reportaron apagones que duraron hasta 20 horas en algunas áreas, lo que añadió tensión a una situación ya difícil.
La situación actual empeorará
A pesar de la gravedad de los hechos, el gobierno de La Habana ha asegurado que no hay que lamentar pérdidas de vidas humanas, afirmando que todas las familias afectadas han sido protegidas.
Horas antes, y tras un aviso del Instituto de Meteorología, todo parecía indicar que en La Habana todo estaba preparado para enfrentar las lluvias asociadas al severo cambio climático en el occidente del país, debido a la formación de una baja extratropical relacionada con un frente frío.
Sin embargo, la extensa circulación de esta baja extratropical afectará el occidente de Cuba desde el sábado 16, causando un deterioro en las condiciones del tiempo con vientos fuertes del sur y provocando inundaciones costeras en zonas bajas del litoral sur de las provincias occidentales; por lo que todo lo visto anteriormente y lo que se está viviendo en la capital de la isla es un anticipo de lo que se espera ocurra a partir de mañana, en los que habrán chubascos, lluvias y tormentas eléctricas intensas en algunas localidades, así como posibles tormentas locales severas.
Ahora, persiste la incertidumbre sobre la naturaleza de la ayuda proporcionada a los damnificados y si estos han sido reubicados en albergues o siguen en sus hogares dañados; así cómo el estado de las alcantarillas, tupidas casi en su totalidad. Preocupa además la resistencia que puedan ofrecer los vetustos edificios, que a la más mínima llovizna se tambalean.
