Cody Weedle, reportero de Local 10 News, en Miami, señala en una nota publicada por este medio que «los contribuyentes locales en los Cayos de Florida están pagando parte de las facturas en medio de la avalancha de inmigrantes que llegan a la cadena de islas,» en una situación que este reportero indica que «solo puede empeorar». Los inmigrantes no son solo cubanos, también hay haitianos, y en un gran número también.
Según se indica en el reportaje «los contribuyentes de los Cayos de Florida pagan la factura de los desembarcos de inmigrantes», pues todo ese «movimiento» de los agentes del orden, así como el manejo de las embarcaciones, se paga con el bolsillo de los contribuyentes en Monroe.
La crisis migratoria «cuesta a los contribuyentes de los Cayos de Florida,» concluye el reportero, que señala también cómo «los EE. UU. y la Guardia Costera están abrumados» por la llegada de tantos inmigrantes a los Cayos de la Florida.
Y repetimos: no son solo cubanos, también llegan muchísimos haitianos.
Weedle define el panorama como una «crisis humanitaria», e indica que el alguacil del Condado de Monroe, culpa de todo este mal «a Washington». No a La Habana. No a Puerto Príncipe. Ambos gobiernos, corruptos e ineficientes, estarían fuera de la culpa, según el alguacil del condado de Monroe, Rick Ramsay, quien habló con el medio a inicios de esta semana.
Weedle explica en su reportaje que hay un problema con los recursos destinados a enfrentar «los interminables desembarcos de inmigrantes».
El presupuesto, fijado de acuerdo a un plan previo que se basa en «necesidades» de años anteriores, se ha quedado corto este año. De hecho, se están agotando los recursos.
Y así lo explica: «los agentes del alguacil deben responder a cada aterrizaje y esperar a que lleguen los agentes federales.»
Sucede así: al haber más desembarcos de cubanos y haitianos, los agentes trabajan más horas. Se movilizan más equipos. Se gastan más recursos. Incluso, corriente eléctrica y combustible.
Pero esas cosas, dice Weedle en su nota, son bicoca. Según explica, «el mayor costo es la remoción de los barcos abandonados en los que llegan los migrantes.»
Claro, porque mover esos barcos cuesta.
Según cita el reportero en su nota, «las autoridades dijeron que el condado espera gastar hasta $400,000 este año solo para retirar esos botes», y pone en comparativa el dinero gastado en iguales fines el año pasado.
En el 2021, el condado Monroe apenas lidió con 49 desembarcos. Mover esas 49 embarcaciones le costó al condado $60,000 dólares del dinero de los contribuyentes.
Para que tengan una idea. Dice Weedle en su nota, que cita a funcionarios del condado de Monroe, como el alcalde Craig Cates, «solo este mes, esperan usar $250,000 en fondos de subvenciones estatales para retirar siete barcos.» Cates, junto con el administrador del condado de Monroe, Roman Gastesi, hablaron con Local 10 News el miércoles.
En la próxima reunión de la Comisión del Condado de Monroe, Cates planea presentar una resolución formal solicitando más recursos al gobierno federal. Dice que necesitan más agentes federales y más camionetas para procesar a los inmigrantes que ingresan.
La llegada de los cubanos a los cayos incluso impide el normal desenvolvimiento del patrullaje normal en la zona.
Cates puso un ejemplo del problema que está provocando este éxodo. Citó el caso de un agente que detuvo a un conductor que iba a exceso de velocidad de manera peligrosa, y cuando pidió refuerzos «no pudo obtener ningún refuerzo porque había tres desembarcos de migrantes en tierra al mismo tiempo”, dijo. Es decir, que el agente se tuvo que jugar la vida él solo, porque nadie pudo ayudarlo.
A todos esos gastos se le suma el de los migrantes que no sobreviven a las travesías.
“Hace unas semanas, hubo cinco cadáveres que llegaron a la costa y no había nadie para reclamarlos”, dijo Gastesi, y señaló que la oficina forense tuvo que cubrir esos gastos.
¿De dónde salió el dinero ese? Pues del bolsillo de los contribuyentes.
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